La tercera ola
Sin titubeos
Según los datos del Censo 2020, el Estado de México tenía casi 17 millones de habitantes, que a estas alturas seguramente ya los rebasamos. Es la población total de Guatemala, el concentrado de Honduras y El Salvador. La población conjunta de Nicaragua, Costa Rica, Panamá y Puerto Rico.
Pero también representa la población total de Ecuador o de Bolivia y Paraguay juntos o más de cinco veces la de Uruguay. Estos datos son para que nos demos una idea del tamaño de la entidad mexiquense.
En este estado se han aplicado casi dos millones de vacunas contra el Covid-19, la mayoría en una primera dosis. Poco más de cien mil corresponden ya a la segunda etapa de inmunización y, por supuesto, al personal médico que labora en hospitales públicos.
La vacunación en el Estado de México empezó el 24 de diciembre del año pasado, allá en el hospital del Ejército mexicano en las instalaciones de la 22 Zona Militar, en Santa María Rayón. Han pasado 109 días desde entonces.
Podemos decir que en ese lapso fue atendida aproximadamente 10 por ciento de la población, lo que implica que, a ese ritmo, para proteger a todos los mexiquenses, terminaríamos en poco más de dos años y medio.
Quizá esa cifra sea exagerada, porque en los últimos días México empezó a recibir miles de dosis de China, Rusia, Estados Unidos y ahora hasta de la India, lo que significa que quizá en un año toda la población quedé inmunizada contra el temible SARS-Cov-2.
Es de esperar que en ese tiempo al Covid-19 no se le pegue la gana de mutar más veces como lo ha venido haciendo, porque entonces será como un cuento de nunca acabar, como sucederá si la población insiste en ignorar las medidas de prevención.
Es entendible que en este momento el jefe del ejecutivo estatal, Alfredo Del Mazo, se sienta contento y satisfecho. Ya terminó la aplicación de la primera dosis a mayores de 60 años en los 125 municipios y en 22 más comenzó la segunda.
Sin embargo, es muy pronto para echar las campanas al vuelo, sobre todo porque el Coronavirus está teniendo un repunte peligroso en varias partes del mundo, donde se consideraba ya controlado. Es el caso de España, donde se contabilizaron 10 mil 875 nuevos casos, la mitad de ellos sólo en 24 horas. En ese país la cifra de contagiados asciende a 3 millones 347 mil 512 desde que comenzó la infección.
La situación de crisis sanitaria ha llevado al gobierno a decretar un estado de alarma hasta mayo.
En países bajos hay una situación muy parecida. Cerraron las puertas a turistas y decretaron un toque de queda hasta las 22:00 horas. Inglaterra, Alemania e Italia anunciaron nuevas medidas drásticas para controlar los rebrotes.
Pero igual sucede en Francia, en Polonia, en Bosnia, países de Europa que ya están sufriendo la cuarta ola de contagios.
En México estamos esperando con miedo la tercera ola, luego de las desenfrenadas vacaciones de Semana Santa. Es cierto que en este momento las hospitalizaciones por Covid han descendido, pero ¿cuánto tiempo estaremos así?, porque es evidente que habrá un repunte, sólo que nadie sabe de qué tamaño será.
Por lo pronto hay que hacerle caso a Alfredo del Mazo y a la espera de que nos toque el turno para recibir la inmunización; hay que mantener las medidas de prevención, el uso del cubrebocas. El uso de gel y el lavado frecuente de manos y, al primer síntoma, acudir a realizarnos la prueba.
Evitemos ser parte de la estadística. ¡Por favor!