La Victoria de México: Desde Villa Victoria hasta ser referente del regional mexicano

En la vasta geografía musical del Estado de México, pocas agrupaciones han dejado una huella tan profunda como “La Victoria de México”. Originarios de Villa Victoria, lograron llevar un nuevo estilo de la música regional por el país, apostando por el sentimiento en sus canciones, que los ha hecho pisar grande escenarios y realizar giras por Estados Unidos.

“La Victoria de México” una huella profunda

Silvano Salgado, director y vocalista, recuerda con claridad aquel punto de partida en el año 2,000, cuando adoptaron un estilo musical propio de la “tierra caliente”, ubicada al sur del Estado de México, Guerrero y Michoacán, para convertirse en referentes de este sonido.

“La Victoria de México salió el 25 de marzo del 2000, con un estilo que rompió lo clásico que estaba sonando, que era la cumbia. Este estilo era denominado como de ‘tierra caliente’, que sonaba mucho en el sur del estado, Guerrero y Michoacán.

Este estilo tenía más de 10 años por allá escondido, sonando, y nosotros fuimos los que rompimos la barrera y lo dimos a conocer. Así nos catalogaron los empresarios y medios de comunicación por allá del 2003. Pero nosotros siempre hemos reconocido que lo sacamos de una región de Tierra Caliente”, compartió.

El vocalista señaló que este estilo es una amalgama de influencias de la banda sinaloense, aunque con cambios en la instrumentación, asimismo, se identifica por la voz, que es diferente a las de estas agrupaciones, apostando por el sentimiento que bien podría ser propio de una balada.

“Este estilo yo creo que fue copiado de la banda, pero con otros instrumentos, como tecnobanda, pero el tipo de voz es con mucho sentimiento para que en los eventos la gente cantara y disfrutara. No es un estilo tan bailable; es más el sentimiento y las voces de la banda sinaloense, como la del señor Julio Preciado, quien fue el que impuso ese estilo. Esto también es más pegado a la música campirana, como ‘Las Jilguerillas’ y ‘Las Palomas’, melancólica”, explicó.

La inspiración para abrazar este sonido provino de los propios caminos de Villa Victoria, por donde pasaban camioneros que difundían los ecos de esta música regional propia de “tierra caliente”.

“Ese estilo yo lo empecé a escuchar como en el 95, porque Villa Victoria es un paso de camioneros y traían todo ese estilo de música. Yo me ponía a pensar con qué se toca, con qué se ejecuta, pero la escuchaba y, para mí, algo traía. Es una música regional, pero que conquistó los corazones del Estado de México y del país”, mencionó.

Aunque su música se identificó rápidamente con el sonido de “tierra caliente”, Salgado señala que las raíces del grupo son diferentes, y esto despertó cierto escepticismo entre los puristas del género.

No somos de tierra caliente

“Nosotros lo sacamos para el centro del país y, pues, como estamos cerca de Toluca, realmente no somos de tierra caliente. Luego la gente llegaba a decir que no podíamos representar ese estilo, así que nosotros decimos que es música ranchera, pero tratamos de innovar, metiéndonos un poquito a diferentes estilos musicales, pero sin perder la esencia. Hemos seguido trabajando y nos hemos sabido mantener”, apuntó.
El camino no estuvo exento de desafíos, especialmente en términos de instrumentación, pues el tartar de cambiar la tendencia de una época no es sencillo; sin embargo, destacó cómo lograron integrar las voces y los instrumentos a su propuesta innovadora, dando por fin el reconocimiento de las agrupaciones que crearon la variante musical.

“Gracias a Dios, lo que tuvimos como arma principal fueron las voces, que se adaptaron a la música. Lo que nos fue un poquito difícil fue la instrumentación, porque en ese entonces estaba fuera de lo clásico, donde no se acompaña tanto con la batería.

Pero acompañamos el estilo de la música, y la gente pensaba que éramos originarios de la tierra caliente, pero incluso los grupos que habían creado el sonido nos reconocieron”, mencionó.

La percepción inicial de su música también fue un reto. En eventos masivos, los comentarios del público revelaban una resistencia inicial, catalogándola como para “viejitos”, pero el grupo logró darle un giro positivo al confiar en que estaban entregando algo diferente a la gente.

“Éramos considerados una agrupación versátil y nos llamaban para varios eventos. En los maratones de grupos, todos tocaban los mismos temas, aunque cuando llegamos con el cambio de música nos decían que era para viejitos o para borrachos.

Pero nosotros lo que queremos es encontrar el sentimiento de las personas, incluyendo el porqué se toma un tequila. Todo implicó un reto, pero a la vez fue lo que nos dio la aceptación porque le dimos la vuelta a la ‘tortilla’ de lo que estaba sonando”, recordó.

El despegue definitivo llegó tras un año de arduo trabajo, cuando decidieron dar el salto a las grabaciones profesionales luego de ver la respuesta que la gente estaba dando a su proyecto, esto, los catapultó a nuevos horizontes.

“Para cuando estábamos cerrando nuestro primer año ya teníamos de a dos eventos por día y fue cuando decidimos ser realistas. Nos dimos cuenta de que se estaba dando y apostamos por que la gente nos conociera en una grabación y ya no de fiesta en fiesta. En ese entonces se estaba dando el cambio de cassette a CD. Nosotros optamos por presentar un disco y ese fue el ‘boom’ para ya darnos a conocer”, dijo.

Este primer material marcó un antes y un después en su trayectoria, pues permitió que la agrupación comenzara a posicionarse en el mercado musical, pero a pesar de que había captado la atención del público, enfrentaron barreras para entrar en los principales canales de difusión. Se dice que nadie es profeta en su tierra y fueron las estaciones de radio en el Estado de México las que les cerraron las puertas a la propuesta.

“Después de que grabamos nuestro primer material, la misma compañía, al ver que los discos los pedían en las sucursales de música y en los puestos, hizo lo posible por acomodarnos en las radios principales del Estado de México. No nos aceptaban, nos decían que nuestra música no era ‘radial’ y tomaban el tema que ellos creían que les iba a funcionar más, pero no eran los temas que nosotros queríamos. Tardaron como cinco años para que nos aceptaran un tema a nuestro estilo”, apuntó.

Este rechazo no desanimó al grupo, que encontró en su público más fiel el mejor apoyo para abrirse camino en las estaciones. La conexión de “La Victoria de México” con su tierra natal fue fundamental para su ascenso. Su música trascendió gracias al esfuerzo de la comunidad trabajadora de Villa Victoria, que la llevó hasta los lugares más insospechados.

“La gente de Villa Victoria es gente obrera que trabaja mucho en la Ciudad de México y ellos fueron los que llevaron nuestra música. La misma gente la logró colocar en las estaciones de México. Incluso nosotros escuchábamos cómo ellos llamaban para exigir nuestra música, aunque no nos conocían en las estaciones, y eso ayudó a que nuestra disquera lograra meter los temas, sin necesidad de dar dinero para que apareciera en el primer lugar”, mencionó.

El haber tenido la “bendición” de sus paisanos como público fue un indicio de que iban por buen camino, pues Silvano considera que el Estado de México ha demostrado ser un punto clave para cualquier agrupación que buscara consolidarse a nivel nacional.

“Estuvimos picando piedra, y el Estado de México, yo considero, es el trampolín del éxito de cualquier grupo. Porque sin importar el grupo que viniera, así ya trajera nombre, si no funcionaba aquí entonces no servía”, apuntó.

La constancia y calidad musical del grupo les ha permitido compartir escenario con los nombres más destacados del género regional mexicano. Silvano recuerda:

“En estos 25 años hemos tenido las más grandes experiencias. Hemos alternado con las agrupaciones más grandes de todo el regional mexicano: Banda el Recodo, el mismo Marco Antonio Solís, Primavera. Con los Tigres del Norte tuvimos una gira de bastante tiempo en Estados Unidos. También allá acompañamos una gira a Grupo Firme, Temerarios.

Hemos estado en los mejores escenarios y pistas de baile aquí en México, como el Palacio de los Deportes, el Auditorio Nacional, en las grandes explanadas, como la 30-30 de Texcoco. Tenemos la experiencia de los escenarios grandes, los pequeños, ir de estelares o de segundos”, señaló.

Mencionó que en las últimas décadas, la música regional mexicana ha experimentado transformaciones significativas, desde la irrupción de nuevos estilos hasta el resurgimiento de otros. A pesar de estos cambios, la agrupación ha encontrado la manera de mantenerse relevante, conectando con su público y adaptándose a las tendencias sin perder su esencia.

El grupo no solo celebra su pasado, sino que mira hacia el futuro con optimismo y ganas de innovar en sus sonidos sin perder la esencia del estilo que les ha dado un lugar en la escena de la música regional a nivel nacional.

“Queremos seguir haciendo temas a nuestro estilo, cantándole al amor, a los recuerdos y a la vida, aunque quizá un poco más frescos, con arreglos que capten la atención de la nueva generación.
Ahorita un disco ya no se ocupa, ya nadie piensa en eso a menos que no tengas un catálogo. Pero nosotros tenemos uno como de 28 discos. Ahora es un tema cada trimestre, pero se cuida más la selección. Vamos a recibir diciembre con nuestros pueblos vecinos en el Estado de México. Vamos a ir a Puebla, estamos yendo mucho para Hidalgo; para nosotros es un público nuevo. También Veracruz, Tamaulipas”, mencionó.

Este enfoque demuestra cómo “La Victoria de México” busca seguir conectando con audiencias jóvenes mientras mantiene su legado en la música regional. Para Silvano Salgado y su agrupación, el objetivo es claro: seguir creciendo y conquistando corazones.

“La aspiración es tratar de ir conquistando más gente y que al menos en el centro del país no haya una sola persona que no conozca a La Victoria de México. Hay mucha gente de nuevas generaciones que lo hace difícil y queremos conquistarlo”, puntualizó.

Con casi 25 años de carrera, “La Victoria de México” continúa siendo un referente en el género regional mexicano, representando con orgullo el nombre de su tierra, sino con la convicción de mantener vivo un sonido que conecte emociones y generaciones.

PAT

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