Ángel Tonatiuh Gómez Galván, quien recibe atención médica en el Hospital General de Zona 197 de Texcoco, se encontraba conduciendo una revolvedora de cemento cuando la explosión de una pipa de gas en Iztapalapa cambió el rumbo de su vida.
Estaba a tan solo cuatro vehículos de distancia del estallido que estremeció la zona aledaña al Puente de la Concordia, y aunque logró ponerse a salvo por sus propios medios, hoy lucha por recuperarse de las quemaduras que le dejaron las llamas.
Victima del pipazo de Iztapalapa
Su esposa, Jéssica Díaz, recuerda las horas de angustia cuando se enteró que su esposo se encontraba entre las víctimas.
“Estaba muy asustada en un principio porque se vieron tantas cosas tan feas, ahora ya un poco más tranquila porque él está estable. Tiene quemaduras en el 25% del cuerpo y está en terapia intensiva, pero los médicos me dicen que está evolucionando bien”, contó al salir unos minutos del hospital para ver a su suegra.
Tras la explosión, Ángel caminó por su propio pie hasta el Hospital General 53 del IMSS, cerca del accidente, donde recibió la primera atención.
”La vida nos cambió en un segundo”
Después fue llevado en ambulancia al Hospital General de Zona 197, ubicado en el municipio de Texcoco, para continuar su tratamiento especializado.
“Ahora sí que la vida nos cambió en un segundo”, reconoció Jessica, quien recibe apoyo de su familia para cuidar a sus hijos de 7 meses y 10 años de edad.
“Nos dicen que estamos en la oración de todos y yo lo agradezco mucho. Sé que sus buenos deseos nos están ayudando”, expresó la mujer que espera con paciencia la recuperación de su esposo.
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