La vigencia de la democracia

Con singular alegría

Por Gilda Montaño

Para entender mejor este aspecto, pensemos en algunos antecedentes históricos a nivel mundial. Por ejemplo, en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Social (1995), celebrada bajo los auspicios de la ONU en Copenhague, Dinamarca, se señaló que entre los avances logrados por la humanidad en los últimos tiempos tenemos los siguientes:

a) “Se ha producido una expansión del pluralismo democrático, de las instituciones democráticas y de las libertades civiles fundamentales.

b) Se han logrado grandes avances en materia de descolonización.

c) La eliminación del apartheid constituye un logro histórico

Reconoce que, desde luego, no se trata de un desarrollo lineal; ya que: “En todos los países del mundo hay un aumento de la prosperidad de algunos, acompañada lamentablemente de un aumento de la pobreza extrema de otrosMás de mil millones, viven en la pobreza extremaen su mayoría mujeres… Más de 120 millones de personas de distintas partes del mundo están oficialmente desempleadas y muchas viven en una situación de subempleo”. 

Debemos reflexionar sobre las perspectivas de la democracia. En este sentido, nos dice Norberto Bobbio que: “Si me preguntan si la democracia tiene un porvenir y cuál sea éste, en el supuesto caso de que lo tenga, les respondo tranquilamente que no lo sé… mi intención es pura y simplemente la de hacer alguna observación sobre los regímenes democráticos, y con ello… creo que tenemos bastante. Tanto mejor si de estas observaciones se puede extrapolar una tendencia en el desarrollo (o involución) de estos regímenes, y por tanto intentar algún pronóstico cauteloso sobre su futuro”. 

Propone Bobbio que el contenido mínimo de estado democrático es el siguiente:

  • Garantía de los principales derechos de libertad.
  • Existencia de varios partidos en competencia.
  • Elecciones periódicas y sufragio universal.
  • Decisiones colectivas o tomadas con base en el principio de mayoría.
  • A este listado agregaría yo, para que quede totalmente explícita, la alternancia en el poder y, a escala territorial, la pluralidad en el ejercicio del mismo. Sin la presencia de estos dos elementos, difícilmente podríamos argumentar que exista la democracia.

La pregunta para empezar a resolver este conflicto, por algunos de los estudiosos de la investigación acción o participativa, sería si el discurso que se está manifestando en Marcos, no nos remite al siglo pasado, o a los años 70, cuando estaban de moda las guerrillas. Aunque este no sea el problema, se tiene que escuchar entre líneas lo que está este hombre que muchas de las personas quieren hacer mesiánico, dice. 

Para analizarlo, hay que admitir que durante mucho tiempo la izquierda revolucionaria se definía como crítica o cuando menos poco partidaria de la democracia representativa o burguesa. En México esa postura quedó mejor resumida por la expresión: “No queremos apertura, queremos revolución”; o por el tono peyorativo con que se refería uno a la “democracia burguesa”. 

Esta postura era totalmente incongruente con la trayectoria histórica y con las acciones emprendidas por la izquierda sobre todo a partir del Movimiento Estudiantil Popular de 1968. Desde el siglo XVIII hasta nuestros días, la izquierda ha participado en la conquista y consolidación de la democracia; con ese fin, ha luchado por el sufragio universal y las libertades ciudadanas, por la organización de sindicatos y partidos.  

En México, a partir del Movimiento Estudiantil Popular de 1968, multiplicó esfuerzos que en los hechos sentaron las bases para la transición democrática que  México experimenta desde 1988: A lo largo y ancho del país escribió páginas gloriosas y, a la vez, cometió no pocos errores en la democratización de las instituciones de educación superior, en la creación de sindicatos independientes o  la democratización de algunos ya existentes, en la formación de organizaciones campesinas independientes, en la creación de medios de comunicación independientes, en la creación de organizaciones partidarias independientes.

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