El desenlace del Operativo Liberación sin duda tendrá una repercusión social positiva entre los habitantes de los 14 municipios del Estado de México, principalmente de la región sur, que prácticamente venían normalizado delitos como la extorsión por parte de grupos de la delincuencia organizada.
En municipios de tierra caliente es un secreto a voces el modo de control de toda la economía en esa región. Los costales de harina que se utilizan en las panaderías, tienen sellos o marcas que son verificados para constatar que únicamente se emplea la que los grupos delincuenciales comercializan a los locatarios.
Las cosechas las compran, se procesan y se regresan a precios más elevados.
Liberación desnudó cómo operan esas redes en el comercio de carne de cerdo, pollo, huevo y en materiales para la construcción, por lo que representa un punto de quiebre en esas prácticas ilícitas. Por ello las resistencias con los bloqueos.
La conferencia de prensa del gabinete de seguridad federal, encabezada por el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de México, Omar García Harfuch; el fiscal General de Justicia del Estado de México, José Luis Cervantes y el secretario de Seguridad de la entidad, Cristóbal Castañeda Camarillo, detalló toda la cadena delictiva de esta trama de extorsión.
Imagínese llegar en alguno de esos municipios a un comercio para comprar una tonelada de cemento; que el responsable del lugar le diga que no hay pero se la puede en otro municipio, y en un determinado establecimiento, condicionando así la compra con un vale y con el sobrecosto por el traslado, que se hacía también con pseudo transportistas. Así el entramado.
Ese modus operandi refleja el abuso del cual el ciudadano común siempre lleva la peor parte y lo que es más lastimoso en algunos casos con la complicidad de la propia autoridad.
Llama la atención otro dato y que se refiere a materiales de construcción con productos que registran un incremento superior al 100% en su costo.
Por ejemplo: un millar de block que en Toluca tiene un precio de referencia de 9 mil pesos, en Valle de Bravo su costo es de 20 mil pesos, es decir un 122.22% arriba; mientras que en Ixtapan de la Sal es de 18 mil pesos, un aumento del 100%.
O una tonelada de varilla que en Toluca tiene un precio de referencia de cercano a los 18 mil pesos, en Valle de Bravo la comercializaban en 23 mil 950 pesos, 33.52% más elevada o en Ixtapan de la Sal en 22 mil 200 pesos, un porcentaje de sobreprecio de 23.76%.
En el operativo se cumplimentaron siete órdenes de aprehensión; se intervinieron 52 establecimientos de 14 municipios y se incautaron materiales de construcción y maquinaría entre otros.
Al respecto, es interesante el planteamiento del fiscal General de Justicia del Estado de México en el sentido de que personal multidisciplinario cuantifica y clasifica los bienes asegurados que serán objeto de disposición anticipada con autorización del juez de control en beneficio de la comunidad, como lo puede ser en el caso de semovientes, cárnicos, forrajes, cemento, varilla.
Tan solo en el caso del cemento se tienen incautados 5 mil bultos de 50 kilos cada uno; así como 137 toneladas de varilla, que se pretenden poner a disposición de la sociedad, a través de obras públicas.
Así la coordinación entre corporaciones del gobierno federal y estatal se está haciendo recurrente. Liberación se suma a otras intervenciones como Enjambre, Atarraya, Fortaleza, Bastión o Restitución.
@periodistamex
PAT
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