Los pasos de López

Ideas sueltas

En su más reciente novela, El cazador de secretos, el ex embajador de México ante la ONU, Enrique Berruga Filloy, tiene como uno de sus personajes centrales a Fernando Gutiérrez Barrios, titular de la Dirección Federal de Seguridad durante la llamada ”guerra sucia” en nuestro país.

Tras su paso por los servicios de inteligencia, el también capitán del ejército ocupó la gubernatura de Veracruz y de ahí saltó, impulsado por Carlos Salinas de Gortari, a la Secretaría de Gobernación desde donde trató de recomponer la relación con los partidos políticos de oposición tras las elecciones fraudulentas de 1988.

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Quizá por su perfil de militar y como jefe de los servicios de inteligencia Gutiérrez Barrios era un hombre de pocas palabras, discreto, silencioso, al menos públicamente. Sus formas y tratos dentro de las oficinas gubernamentales que le tocó ocupar solo lo saben quienes lo trataron tras las cuatro paredes.

Actualmente la política interna del país está encomendada a otro personaje proveniente también del trópico húmedo mexicano: Adán Augusto López. El tabasqueño es también un hombre aparentemente discreto, aunque a diferencia de muchos de quienes han ocupado las oficinas de Bucareli, López no tiene empacho en mostrarse públicamente y dejar constancia de cómo ejerce su función.

La reciente discusión y aprobación de la reforma constitucional para que el Ejército se mantenga en funciones policiales hasta 2028 es una pequeña muestra de la labor de otro de los “hermanos” del presidente López Obrador. Un abrazo prolongado y un diálogo mejilla con mejilla con el líder nacional del PRI en las curules de San Lázaro marcaron el primer paso de Adán Augusto en un fino tejido del hombre de Bucareli en dar las puntillas para el quiebre de la malograda alianza opositora.

Justo en esos días el PRI hizo suya la controversial iniciativa. Tras la aprobación en San Lázaro, Adán Augusto encaminó sus pasos hacia el Hotel Aristos, ubicado frente al Senado de la República para, desde ahí, tratar de convencer a los senadores opositores de las bondades de la reforma. La primera votación tuvo que ser aplazada al no pasar la prueba de ácido. Y si bien el coordinador de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, encabezaba el cabildeo, López se instaló en una oficina de la Cámara alta y los votos que hacían falta se obtuvieron y la iniciativa se convirtió en ley.

El tabasqueño tiene claro su papel. Sabe el rol que le han encomendado y como no queriendo sigue dando estocadas finas que calan cada vez más hondo en ese ente llamado Va por México. En la semana reveló cómo el PRI habría planteado ahora cocinar con el Gobierno federal la reforma electoral que ansía la cuarta transformación. El comentario anidó más las dudas del PAN y del PRD para mantener la alianza con el tricolor por más que Alito Morena negara a diestra y siniestra lo dicho por el titular de Gobernación.

Adán Augusto encaminará sus pasos ahora hacia varios estados de la república para, dice, convencer a los legisladores de las entidades de la necesidad de que aprueben a la brevedad la reforma constitucional sobre el Ejército, gira que le redituará en que más gente o votantes lo conozcan. No hay duda de que el tabasqueño tiene bien clara la meta de sus siguientes pasos: Palacio Nacional.

REBURUJOS

Poco a poco va armándose el entramado para que Morena busque hacerse de la gubernatura del Estado de México. La incorporación de Horacio Duarte, con amplia experiencia en materia electoral, son una clara muestra de que el morenismo va por todas las canicas. Lo único que hace falta es que la maestra Delfina Gómez se haga presente como directora de la orquesta.

Comentarios: miguel.perez@estadodemexico.jornada.com.mx

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