Los Portales de Tlaxhomulco, el sitio que ha visto el transitar de la economía de Melchor Ocampo

Los Portales de Tlaxhomulco, el sitio que ha visto el transitar de la economía de Melchor Ocampo

Los pobladores realizaban varios intercambios comerciales con animales y productos de la región.

Redacción
Junio 22, 2025

El municipio de Melchor Ocampo está conformado por las poblaciones de Santa María la Visitación y San Francisco Tenopalco. Tlaxhomulco, actual Melchor Ocampo fue fundado por la tribu Nahuatlaca Tepaneca. Existía una plaza de nombre Tlaxhomulco que ya en el siglo XIX se vendían los domingos maíz, frijol, chiles, nopales, papas, amaranto, burritos, condumio, tamales con carne, de agua, de frijol, tlapique, tamal hecho con menudencia de pollo o guajolote; carpas preparadas en tamal, tortillas de harina, acociles, charales y ajolotes, estos pescados en la laguna para preparar un platillo llamado michmolli, que junto con el ahuautle, huevera de mosco, chilpacaxtle, carne de res con chile y xoconostle, huauzontle, planta de amaranto, y el postre dulce de pahuaxtle, elaborado con trigo, piloncillo, frijol ayocote; entre otros, formaban la dieta de los ciudadanos de San Miguel Tlaxhomulco.

Pascual Bailón Pérez y sus hijos Pio, Tiburcio, Hilario y Juan Nepomuceno de oficio canteros, construyeron parte del Templo del Arcángel Miguel, la Escuela de Niños, actual biblioteca municipal Crispín Pérez, la desaparecida Escuela de niñas, la casa de los Portales de la Revolución y a su costado la Casa Consistorial, que fue presidencia municipal y en la actualidad es Casa de cultura. La casa de Los Portales es considerada por los pobladores el centro del municipio.

Benita Eugenia Pérez, mujer católica, empresaria, altiva, imponente, orgullosa, una mujer de carácter, difícil de ver en sus tiempos, llegó a San Miguel Tlaxhomulco en mayo de 1864 cuando contrajo nupcias con Regino Sánchez. Benita compró la casa de Los Portales y ubicó ahí un local comercial, que también fue pulquería a la que nombró Luz y Fer; en honor a sus pequeñas hijas Luz y Fernanda; de esta salían carretadas de pulque que ella producía con destino a la Ciudad de México, incluso hasta Coyoacán.

Benita heredó el inmueble a su nieto Andrés Avelino Sánchez Cervantes. A la casa llegaban arrieros a pernoctar con sus bestias, que traían cal de Santa María Ajoloapan y de Villa del Carbón madera. Tiempo después, Andrés arrendó un local de ese inmueble a la oficina de los camiones de pasajeros, cuya terminal se encontraba en la calle 20 de Noviembre, antes Calle Real, entre Los Portales y detrás del templo del arcángel Miguel. Poco después Andrés se la heredó a su hijo Téofanes Sánchez y su esposa abrió la tienda “Los Portalesque es mejor conocida como la de “Doña Jovita”; ahí se comercializaban  agujas, hilo, maíz, frijol, manteca, mechas para estufas de petróleo, tapones fusibles, detergente en polvo, azúcar, cigarros, refrescos, franela, cepillos, escobas de varios tipos hasta de vara, de todo un poco.

Los Portales de Tlaxhomulco, el sitio que ha visto el transitar de la economía de Melchor Ocampo

Las ofertas del sitio

En la esquina surponiente de Los Portales se encontraba una trompeta de sonido que anunciaba la salida de los camiones por dos diferentes rutas: Tlalnepantla y Satélite, con destino primero a la calle de Cruces esquina con República del Salvador, en el centro histórico de la Ciudad de México; y después pasó a la calle Santa Escuela y Zavala, en el barrio de La Merced. Los operadores se negaban sacar viajes a Zumpango, porque era terracería, incluso del centro de Melchor Ocampo al Chilar, actual Plaza Centella; pues no era camino asfaltado, también los enviaban a hacer el servicio a Tultepec, donde transportaban fuegos pirotécnicos a La Merced, de ahí el sobrenombre que le pusieron a los camiones: “coheteros”. A los choferes no se les conocía por su nombre, solo por su apodo: la Mosca, el Mofles, la Borracha, la Cotorra, el Sardo, el Fantasma, el Pachuco, el Chop, el Parrandas, el Colegial, el Patio, el Pale, el Bigotes, la Muñeca, ls Chezman, las Wachangas, el Tubos, los Caleros y otros. La línea ocupaba cobradores, que al pagar daban unos boletos de 40×85 milímetros aproximadamente, el pasaje mínimo era de 35 centavos.

Los Portales de Tlaxhomulco, el sitio que ha visto el transitar de la economía de Melchor Ocampo

En esos tiempos se instalaban puestos en Los Portales. Desde muy temprano los tamales y atoles de doña Mati, cuando ella se retiraba su puesto llegaba Chavela Vázquez a vender flor; Isabel Vázquez vendía frutas y verduras de las Camilitas, y en la noche, doña Cuca vendía varios guisados, enchiladas y tacos dorados. El puesto de tacos de carnitas de doña Sabina cuando le pedían tacos sin salsa decía: ¡Traga chile!, ¿qué, no eres hombre? De broma decían los choferes; ¿Quieres una muerte repentina?, ¡come tacos con Sabina! 

No obstante que a finales de 1973 la terminal se trasladó a su actual domicilio sobre la carretera Cuautitlán-Zumpango, la esquina de Los Portales de la Revolución sigue siendo importante en la economía local. 

Cambios de comercio

En el pueblo se instaló un exitoso taller de fabricación de carrocerías para camiones cuyo dueño de nombre Adalberto Cortes Torres, quien diseñaba y fabricaba con pisos de madera,  asientos de cuero, ventanillas, que cada pasajero sentado al lado de estas podía accionar. En el toldo le instalaba una canastilla y atrás de la unidad unas escaleras para subir bultos, aunque a veces la ocupaban los pasajeros cuando ya iba muy lleno el camión. También se abrieron talleres mecánicos, refaccionarias, vulcanizadoras, servicio de lavado, engrasado y cambio de aceite, la gasolinera se encontraba sobre la calle Francisco I. Madero, antigua Calle Real, a unos metros de Los Portales de la Revolución;  todo lo relacionado para el servicio de los camiones.

De otras partes del estado acudían a ofrecer sus productos y servicios. De Jilotepec llevaban guajolotes, pollos, queso y huevo, entre otras cosas; de Cuautitlán, la tintorería; de Villa del Carbón, murillos, vigas, tejamanil y tierra para las plantas; de Santa María Ajoloapan, cal para el nixtamal; se desconoce de dónde venían el soldador que reparaba los casos y trastes de peltre; los afiladores de cuchillos y tijeras con su clásico silbido; así como el camotero, que asustaba a los niños y el tejedor de tule, que reparaba las sillas. 

Espacio liderado por mujeres

En el antiguo San Miguel Tlaxhomulco la economía estaba basada en el campo, cantería y producción de pulque pero eso se acabó, a finales de 1930 fueron los camiones de pasajeros que, no obstante que muchos propietarios fueron vendiendo sus concesiones y algunas rutas los cubrían con camionetas.

En la actualidad la gran mayoría de descendientes de esas mujeres emprendedoras, Benita Eugenia Pérez, Jovita Domínguez Romero, María del Refugio Pruneda Víquez, María Pruneda y su hija Manuela Pineda, Matilde Morales Domínguez y Sabina Ramírez Baltazar, que iniciaron sus negocios en Los Portales de la Revolución; trabajan en el comercio, en especial entre Los Portales y atrás del templo. Los domingos y jueves aún se instala la plaza comercial.

Los Portales de Tlaxhomulco, el sitio que ha visto el transitar de la economía de Melchor Ocampo

J. Antonio Sánchez, cronista municipal

Fotos: De Archivo Velázquez, José Hernández y Alejandro Sánchez  

¡La Jornada Estado de México ya está en WhatsApp! Sigue nuestro CANAL y entérate de la información más importante del día.

TAR

UAEM2