El precio del maíz ha generado implicaciones directas para agricultores del Estado de México, a pesar de un subsidio por tonelada por parte de la entidad para un precio total de 7 mil pesos más 200 de transporte. Sin embargo, existen dificultades para cubrir los costos de producción, disminuiron superficie de siembra y problemas para colocar su cosecha en un mercado dominado por importaciones.
Productores del Edomex enfrentan presión por el maíz
El especialista agroalimentario Héctor Maldonado Ruiz explicó que el incremento acumulado en fertilizantes, combustibles y servicios de traslado provocó un desajuste entre los gastos del productor y el ingreso por tonelada.
“Los agricultores están absorbiendo costos que crecen cada mes y el precio del maíz no avanza al mismo ritmo. Muchos están vendiendo sin recuperar la inversión hecha durante la siembra, la fertilización y la cosecha.
Esta diferencia afecta directamente su capacidad para preparar el siguiente ciclo agrícola y el impacto es más fuerte en quienes dependen únicamente del maíz como fuente principal de ingresos”, dijo.
En el Valle de Toluca, los gastos de traslado aumentaron debido a rutas más largas hacia centros de acopio; mientras que en el Valle de México, la presencia de maíz importado con precios más bajos redujo la demanda del grano local, según mencionó.
“Los productores del estado no pueden competir con los costos del maíz importado, que llega con tarifas menores por los volúmenes manejados por grandes compradores. Esa diferencia limita el acceso de los agricultores locales a contratos que garantizan estabilidad en sus ventas.
Muchos terminan vendiendo a intermediarios con pagos más bajos y plazos inciertos. La presión se extiende a toda la cadena porque reduce la liquidez que necesitan para continuar operando”, apuntó.
Pagos más bajos y plazos inciertos
Otra afectación destacada por organizaciones agrícolas del estado es la influencia del maíz transgénico en el mercado nacional. Según el especialista, esta condición disminuyó la participación del grano mexiquense en cadenas industriales.
“El dominio del maíz transgénico reduce las oportunidades de venta del producto local, a pesar de que está prohibido para el consumo humano desde el 2023, aún así las grandes empresas lo incorporan porque priorizan el costo por encima del origen, esto afecta no solo su ingreso inmediato, sino también su capacidad de planear inversiones para el año siguiente”, señaló.
Finalmente, recordó que otro reto que han señalado los productores es la falta de centros de acopio para el maíz que ayuden a la comercialización, y por ende, a competir con el maíz transgénico.
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