Maura Tereso Martínez, mantiene las tradiciones artesanales con innovación y enseñanza

Maura Tereso Martínez, mantiene las tradiciones artesanales con innovación y enseñanza

Maura Tereso Martínez es una artesana de la palma, originaria de San Cristóbal Huichochitlán, quien busca mantener su tradición con base en la transmisión del conocimiento y la innovación con piezas únicas que van desde los tradicionales sombreros hasta adornos para el hogar y joyería. La maestra mantiene una tradición de 3 generaciones, donde la […]

Brian Prado
Junio 19, 2023

Maura Tereso Martínez es una artesana de la palma, originaria de San Cristóbal Huichochitlán, quien busca mantener su tradición con base en la transmisión del conocimiento y la innovación con piezas únicas que van desde los tradicionales sombreros hasta adornos para el hogar y joyería.

La maestra mantiene una tradición de 3 generaciones, donde la curiosidad la hizo comenzar a aprender la artesanía de forma autodidacta.

“Yo comencé a dedicarme a esto de la palma porque mis abuelitos y mis papás se dedicaban a tejer, entonces por ahí yo fui aprendiendo y empecé a tejer desde que tenia 8 años de edad, yo veía a mi mamá y mi abuelita, me llamaba la atención y me iba a arrancar hiervas y me imaginaba que era palma; entonces empecé haciendo una cinta dándome una idea”, dijo la maestra.

Maura Tereso Martínez, mantiene las tradiciones artesanales

Sin embargo, la innovación llegó de forma casi instintiva; pues su creatividad la impulsó a intentar llevar la palma nuevos “terrenos” obteniendo resultados vistosos y admiran la vista desde la primera impresión.

“De repente tengo la imaginación de que no solo con sombreros podemos tejer la palma y eso me va llevando a hacer otras piezas, he hecho hasta nacimientos de palma y es algo muy grandioso para mi porque me nace y mi imaginación no me deja hasta que lo logro hacer”, dijo Tereso.

La labor no es sencilla, le dedica horas; a veces hasta días, motivada por la pasión de ser artesana. Explica que no sólo el tamaño de la pieza tiene que ver con su complejidad, sino también los colores y las formas.

“Para una miniatura nos lleva mucho trabajo, ahí tenemos que enfocar todo el tiempo y ahí dejamos el amor que tenemos a nuestro trabajo, nada es fácil, pero es ese amor que me hace hacer todo lo posible; por ejemplo, hay figuritas en miniaturas que, por una pieza, me llevo 5 o 6 horas.

La innovación llegó de forma casi instintiva

Los sombreros planos son los menos gastados, como unas dos horas por pieza, pero sí son con figuras ahí también le dedico unas 5 horas porque tengo que ir cuidado que salga bien la figura. Ahorita estoy haciendo un trabajo por encargo que me está llevando 3 días”, mencionó.

La maestra también realiza talleres por invitación o en espacios donde le brindan la oportunidad de compartir el conocimiento, pues considera que es así como se ayuda a mantener tradición y se revaloriza.

“Yo brindo talleres y lo que me interesa es que no se pierda esta tradición, que los niños y los jóvenes le tomen la importancia, que es algo muy bonito y yo les pediría a los padres de familia que sus hijos los lleven acabo, es una tradición de nuestros antepasados y eso también te hace valorarlo para que no vengan personas de otros países a invadir lo que nosotros hacemos”, concluyó.

SPM

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