Mauricio Kuri: constancia azul en tiempos de ruido

Jorge Chávez Mijares | Demoscopia Digital

En un país donde la aprobación de los gobernadores suele subir y bajar como la marea, hay quienes avanzan sin aspavientos, con un ritmo constante, casi quirúrgico. Así gobierna Mauricio Kuri González, panista queretano de 56 años, un perfil que combina el orden empresarial con la eficacia institucional, y que se ha convertido en uno de los pilares más sólidos de la oposición.

De acuerdo con el estudio de Demoscopía Digital de mayo, Kuri se mantiene en el top 10 nacional, ubicado en el 9º lugar con una aprobación del 63.1%, incluso por encima del 62.5% que registró en abril, cuando ocupó el 8º sitio. Una paradoja estadística que no disminuye el dato central: Kuri conserva una alta aceptación ciudadana y sigue siendo uno de los gobernadores mejor evaluados del país.

Querétaro es un estado que exige resultados más que discursos, y ahí el gobernador ha cumplido. Su gestión combina orden financiero, promoción de inversiones, seguridad pública y servicios eficientes. No hay escándalos, ni estridencias, ni agendas ideológicas distractoras: hay obra, datos y paz social.

Kuri es, en muchos sentidos, la imagen del panismo pragmático que aún sobrevive en algunas regiones del país. No juega a la tribuna, ni polariza. Gobierna con visión ejecutiva, escucha al sector productivo, y se mantiene cercano a la ciudadanía sin necesidad de espectáculo. Esa sobriedad, en medio de la crispación nacional, es vista como virtud.

Y aunque su partido navega tiempos inciertos, él mantiene a Querétaro como una vitrina de gobierno opositor que funciona, que no se hunde en la nostalgia ni se deja arrastrar por las pasiones de coyuntura. Lo suyo es eficiencia, y ese estilo técnico-administrativo le ha dado resultados.

Si en el tablero nacional el PAN busca liderazgos con posibilidad real de disputar el poder, Mauricio Kuri representa una carta seria, racional y con trayectoria limpia. Querétaro, bajo su mando, sigue creciendo y conservando algo cada vez más escaso en el país: confianza institucional.