Dentro de tantas noticias negativas en el ámbito económico nacional e internacional, también tenemos una muy positiva y es que México es la economía de América Latina y el Caribe, donde más se ha acelerado la reducción de la pobreza en los últimos años, reportó el Banco Mundial (BM), al tiempo que dio a conocer sus perspectivas de nulo crecimiento para el país este año y de 1.1% en 2026.
En su Reporte Económico de América Latina y el Caribe, el organismo mostró que México registró la mayor disminución de la pobreza de 2018 a 2023, una merma de alrededor de 7%, la más amplia en la región.
Hay que recordar que desde el sexenio del presidente Carlos Salinas (1988-1994) con el programa de “Solidaridad” comenzó una serie apoyos a la ciudadanía desde la Secretaría de Desarrollo Social, que fue presidida en su momento por Luis Donaldo Colosio, y que hoy lleva el nombre de Secretaría del Bienestar.
Los llamados “programas sociales” han sido continuados en cada sexenio, cada uno colocando su aportación, como fue en la administración del presidente Vicente Fox el del Seguro Popular que fue consolidado por Felipe Calderón y qué decir de los “Comedores Comunitarios” del presidente Enrique Peña, que le valieron un reconocimiento por la ONU a nuestro país.
En este orden de ideas, incluso cada gobierno estatal y municipal le han impreso su sello adicional, hasta llegar a ser colocados en la Constitución Federal, como derechos adquiridos, con lo que garantiza la continuidad transexenal.
Como es de esperarse, la reducción de la pobreza, según el estudio del Banco Mundial, se da por los programas sociales (transferencias en dinero), pero una proporción casi tres veces mayor al aumento en los ingresos laborales, sobre todo entre quienes menos ganan.
El Banco Mundial mostró que la merma en la pobreza en el país fue en gran parte resultado de la mejora de los mercados laborales; y se acompañó de un aumento promedio de seis puntos en el salario real.
El organismo internacional señaló que América Latina crecerá 2.1% este año y 2.4% en 2026, lo que la convierte en la región de menor crecimiento a escala global.
Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente para América Latina y el Caribe del BM, enfatizó que el panorama económico mundial ha cambiado drásticamente, marcado por mayores niveles de incertidumbre y, en este contexto, los países deben ir por estrategias y reformas que impulsan la productividad y la competitividad, a la vez que abordan las brechas persistentes en infraestructura, educación, comercio y gobernanza.
Lo anterior nos obliga a la consolidación de una economía de consumo interno fuerte, a reducir la dependencia de importaciones energéticas, como la gasolina, y qué decir de la alimentaria, si queremos tener una base sólida.
El escenario no es nada sencillo, cuando 80% de nuestras exportaciones las tenemos con los Estados Unidos y en los hechos, el Tratado de libre comercio con los tres países de Norteamérica ha desaparecido y en un corto plazo se ven nubes negras en la economía mundial.
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MPH