Morena busca asegurar dominio legislativo de Edomex en 2024

Sin Titubeos

El próximo 1 de enero de 2024, el Estado de México se sumergirá nuevamente en la fiebre electoral con la elección de diputaciones y presidencias municipales. Las cartas ya están sobre la mesa. Tras la arrolladora victoria de Delfina Gómez este 2023, Morena tiene la mirada puesta en asegurar una mayoría sólida en el Congreso estatal. El panorama luce complejo para sus adversarios.

La conformación de la Cámara de Diputados actualmente está de la siguiente forma con las tres principales fuerzas políticas: Morena con 29 curules, frente a los 23 del PRI y los 11 del PAN. Aunque Morena y sus aliados (Verde Ecologista y PT) parecen tener la capacidad de sacar adelante las propuestas de la maestra, la incertidumbre es con la próxima legislatura, pues Morena debe tener la mayoría absoluta para gobernar sin contratiempos. Parecería que puede lograrlo fácilmente, pero el PRI buscará recomponerse.

Pero si algo nos enseñan las elecciones es que las cifras no mienten. El salto de Morena de medio millón de votos a más de tres millones en tres años, bajo el efecto AMLO, es prueba fehaciente de un viraje en el escenario político estatal. El PRI, en contraste, ha vivido un tobogán: de controlar 84 municipios en 2015 a apenas 21. Aunque ha logrado recuperar terreno en 2021, sigue siendo una sombra de su antigua supremacía.

Es interesante, sin embargo, cómo el “efecto AMLO” ha impactado desigualmente. Mientras que el PRI experimentó una pérdida drástica, el PAN y el PRD lograron mantenerse más estables en sus territorios. Esto podría indicar que la base de votantes de estos partidos permanece leal o que las propuestas de Morena no resuenan igualmente entre todos los territorios. O, más increíble, que no imposible, que sí hubo acuerdos desde hace mucho tiempo. 

2024 se perfila como un año crucial para la política en el Estado de México. La oposición, consciente de los retos que enfrenta, debe repensar estrategias y establecer alianzas sólidas. Anuar Azar, Eric Sevilla y Omar Ortega, figuras clave, o por lo menos las que están visibles en estos momentos, tendrán que negociar con habilidad a nivel estatal pero es claro que las decisiones finales vendrán desde lo nacional, con acuerdos entre Marko Cortés, Alejandro Moreno y Jesús Ortega. Hay que ver también el papel que jugará Nueva Alianza, con el líder Mario Cervantes Palomino, porque, por supuesto, las circunstancias de una elección (gobernadora) a otra (Congreso y ayuntamientos) son muy diferentes.

En cuanto a los municipios, el equilibrio de poder entre los partidos también se encuentra en juego. Los números indican que los de oposición todavía tienen un alcance significativo, pero será crucial que sepan movilizar a sus votantes y presentar propuestas que resuenen con las necesidades y aspiraciones de los ciudadanos.

Finalmente, el próximo año electoral no permitirá a la oposición culpar a terceros por resultados adversos. Alfredo del Mazo, figura controversial, ya no estará en el panorama. El 2024 les brindará una oportunidad única de reconectar con los votantes y demostrar que aún tienen lo que se necesita para recuperarse de la paliza en este 2023. Porque es un hecho que Delfina Gómez ganó 36 de 45 distritos, pero insisto, las situaciones son muy diferentes.

TAR