Mujeres dan rentabilidad al nopal con la agroindustria
Teresa nació entre plantíos de nopal, tunas y magueyes, en el municipio mexiquense de San Martín de las Pirámides; sus abuelos y sus padres le enseñaron desde niña a disfrutar el sabor y aprovechar las bondades de aquellos frutos y de la verdura que nuestros antepasados prehispánicos llamaron “la Planta de la Vida”, hoy esta mujer emprendedora no sólo encabeza un colectivo de mujeres dedicadas a elaborar diversos productos derivados de nopal, tuna, xoconostle y maguey en la región de Teotihuacan.
Mujeres dan rentabilidad al nopal con la agroindustria
En 2001 la familia de Teresa Carmen Martínez Oliva, resentía la pérdida de rentabilidad en la producción y comercialización del nopal y la tuna, que implicaba grandes esfuerzos y que no eran bien remunerados, por lo que vio en la agroindustria una oportunidad para mejorar sus ingresos y para dar un valor agregado a los productos del campo que aprendió a amar desde pequeña.
Desde entonces, comenzó a tomar cursos y a asesorarse con especialistas en herbolaria, nutrición y expertos en las propiedades del nopal y la tuna tanto de instituciones gubernamentales como académicas.
Así comenzó a adquirir las herramientas necesarias para elaborar, además de las mermeladas, salsas y nopales en escabeche, con las recetas de sus abuelos, licores, cajeta de nopal con maguey, churritos de nopal con amaranto, dulces cristalizados, chamoy de xoconostle con guayaba, jabones y cósmeticos entre decenas de productos totalmente orgánicos y artesanales.
Hoy las 16 mujeres que integran el colectivo ”Agroindustrial Teotihuacano” tienen una fuente de empleo gracias a la visión de Teresa.
Un legado para las próximas generaciones
Para dejar testimonio de la transformación de los cactáceas que generosamente ofrece la región de las pirámides Teresa escribió su primer libro con el apoyo de la arqueóloga Verónica Ortega, en el cual da cuenta del alto valor cultural, histórico y nutricional de la llamada “planta de la vida”.
Actualmente el estado de México es el primer lugar a nivel nacional en la producción de tuna, con una cosecha cercana a las 300 mil toneladas por año, y el tercero en la cosecha de nopal verdura, de acuerdo con la Secretaria Agricultura y Desarrollo Rural, y el municipio de San Martín de Las Pirámides, la tierra natal de Teresa, es uno de los siete municipios que encabezan la producción estatal.
“Quise destacar el valor histórico y cultural del nopal, el aprovechamiento que tenían nuestros antepasados, es parte de nuestra historia prehispánica, el nopal era sagrado y aquí en Teotihuacán se utilizaba en la cocina para elaborar platillos y dulces; además su mucílago o baba, se utilizaba como fijador en los murales y se mezclaba con la cal para pegar la piedras en la construcción”, refirió.
Hoy a sus 67 años, Teresa, pionera en la agroindustria del nopal, la tuna, el xoconostle y el maguey, continúa con el desarrollo de complementos alimenticios, botanas, bebidas y cosméticos “para que vean las nuevas generaciones de jóvenes lo que tenemos que hacer con nuestro nopal aquí en Teotihuacán”