En Nayarit, estado de litoral sereno y política volátil, el proceso rumbo a la sucesión gubernamental en 2027 comienza a afinar sus contornos. Aunque Morena conserva la delantera, la interna guinda se perfila como una disputa entre dos liderazgos que concentran atención y respaldo ciudadano: Geraldine Ponce, alcaldesa de Tepic, y Héctor Santana, presidente municipal de Bahía de Banderas.
Ambos caminan con ritmo firme, aunque en rutas distintas: ella desde la capital, con visibilidad mediática y proyección nacional; él, desde la Riviera Nayarita, con arraigo territorial y cercanía a las bases. En medio de ese juego de fuerzas, Morena deberá decidir si privilegia continuidad institucional, novedad política o un equilibrio entre ambos polos.
En la medición de Demoscopia Digital de julio, Morena obtiene 37.5 % de intención de voto sin alianzas. En el escenario con coalición (Morena-PT-Verde), el bloque guinda suma 44.5 %, manteniéndose como la opción predominante.
La alianza PRI-PAN, por su parte, desciende de 20.4 % a 18.7 %, sin mostrar una figura o narrativa competitiva. En contraste, Movimiento Ciudadano sube a 13.2 %, consolidándose como un actor disruptivo con posible impacto en el resultado final, sobre todo si canaliza el voto juvenil, urbano y desconectado de las estructuras tradicionales.
El 16.1 % de electores que aún no deciden podría inclinar la balanza en una contienda donde la definición de candidatura será más importante que la marca partidista.
Con 37.2 % de preferencia interna, Héctor Santana se perfila como el favorito indiscutible entre los varones morenistas. Su gestión al frente de Bahía de Banderas ha mantenido altos niveles de aprobación y una narrativa de cercanía comunitaria que le ha permitido crecer con consistencia en cada medición.
En contraste, el senador Pavel Jarero, el alcalde de Compostela, Gustavo Ayón, y el diputado local Salvador Castañeda aparecen como figuras emergentes, pero como opciones lejanas.
El margen entre Santana y los demás contendientes no solo es amplio, sino consolidado, lo que hace de él una figura con capacidad para construir consensos o generar resistencias, según el rumbo que tome el partido en la definición final.
En el bloque femenino, la alcaldesa de Tepic, Geraldine Ponce, mantiene un 35.5 % de preferencia interna, afianzando su posición como la mujer más competitiva dentro de Morena. Su visibilidad nacional, su estilo directo y su gestión como presidenta municipal le han dado proyección desde Tepic.
Detrás de ella, la senadora Jasmín Bugarín, Andrea Navarro y Nadia Bernal permanecen por debajo del umbral competitivo.
La alcaldesa de Tepic, Geraldine Ponce, ha mantenido consistencia en sus preferencias; su posición por género y nivel de conocimiento la colocan como figura clave para la definición interna, particularmente si la estrategia de Morena busca proyectar una candidatura femenina con músculo electoral.
Con una oposición débil y un Movimiento Ciudadano aún sin rostro visible, el escenario parece inclinarse hacia Morena.
Geraldine Ponce y Héctor Santana son hoy los dos nombres que definen el tablero político de Nayarit. Ambos tienen respaldo, estructura y presencia pública. La ciudadanía los conoce. El desafío para Morena no es construir candidaturas, sino tomar decisiones que no descompongan lo que ya parece ganado.