No soy de aquí, ni soy de allá – Philippe Ollé-Laprune (Segunda Parte)

Antevasin

El libro de ensayos No soy de aquí, ni soy de allá de la autoría de Philippe Ollé-Laprune, uno de los gestores culturales europeos más inquietos de los siglos XX y XXI, llega para deleitar a las audiencias interesadas en conocer un poco más de la relación de fascinación intelectual entre el mundo hispánico y Francia, particularmente entre nuestro país: México y la nación de la igualdad, la libertad y la fraternidad. 

Estos ensayos han sido divididos de manera estratégica en: Desde aquí, desde allá, entre los dos, de otra parte, cerrando con y más allá…

Hoy nos adentraremos en la segunda parte de la entrevista iniciada esta semana.

P.C.- No todas las personas tienen la oportunidad de asomarse en retrospectiva a como tú lo llamas “el caos de su pasado.” Tú tienes ese privilegio, ¿cómo lo enfrentaste y con qué te encontraste?

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P.O.L.- Cuando fui a visitar mis textos de los veinte últimos años, tuve un poquito de tranquilidad porque me dio la impresión de que había cierta lógica, que no era absurdo tratar de articular un libro a partir de esos escritos, quiero decir que un libro para mí es un objeto que debe de proponer coherencia, y si tienes textos que son demasiado distintos entre ellos, demasiado dispersos, no vale mucho la pena, y me da la impresión de que seleccioné cincuenta y tres textos y que esos textos tienen algo que ver el uno con el otro, que hay cierta cohesión entre ellos. No tengo un pensamiento tan caótico quizás.

P.C.- ¿Quién eres hoy y cómo te encuentras tras la relectura de ti mismo?

P.O.L.- Muy difícil decir quien soy hoy. Después de mi relectura me da la impresión de que hay cierta fidelidad a autores, a pensamientos, me gusta una literatura ambiciosa, que busca superar su época y que propone visiones, palabras, momentos que sacuden al lector y que le permiten replantear muchas cosas.

P.C.- Hablas también de la urgencia de pertenecer a la creación de una obra sin haberla escrito propiamente cuando esta cala dentro del ser, ¿cómo lo consigues, siendo el deseo el motor del editor, acompañado de la pasión animal y de esta peligrosa palabra llamada intuición y qué es lo que Philippe Ollé-Laprune – tú – desea cuando este hechizo te atrapa?

P.O.L.- Yo descuido mucho la palabra intuición que permite poner muchas realidades detrás de ella, efectivamente creo que tuve el trabajo de editor, sentí la impresión de volverme un poco dominante con un texto, con tenerlo a tu merced, ¿no? Este deseo es muchas veces, esta cuestión de leer un libro, y otro, y otro, y otro, hasta encontrar uno que sientas que fue escrito para ti, que es directamente algo que entiendes de inmediato sin tener que explicar gran cosa, es esa impresión que me habita y me fascina cuando pasa. Pasa muy de vez en cuando, pero cuando sucede es un momento increíble.

De esta manera llegamos al final de esta primera parte, nos encontramos la próxima semana para desmenuzar con calma las partes en que No soy de aquí, ni soy de allá se encuentra dividido, la palabra proscrita, la censura y por supuesto la Casa Refugio Citlaltépetl, acompañados de la deliciosa conversación de este hombre amante de las letras, las palabras, la escritura y los libros, los invito con gusto a acompañarnos.

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P.C.- Querido Philippe, Desde aquí contiene 18 ensayos, en los que abordas temas tan variados como la crueldad, a Rubén Darío, a Sergio Pitol, Emiliano Monge, pasando por Juan Villoro, Daniel Sada hasta este libro que se ha convertido en todo un ícono de la época actual, Temporada de huracanes de Fernanda Melchor, ¿cómo realizaste esta selección y qué sabor de boca te ha dejado cada uno de estos autores?

P.O.L.- Desde aquí efectivamente son autores de América Latina que me han golpeado, enseñado y acompañan, no los escogí, llegaron. Por ejemplo hay algunos textos de Mario Bellatín, quizás tres, que es un autor que me importa mucho, con quién tengo un diálogo permanente muy rico, no puedo decir qué sabor de boca me ha dejado cada uno, porque son muchos, pero son los que me acompañan, vivos o muertos, son los que están en mi mesa siempre y que saben decirme cosas que poco a poco entiendo con complicidad.

P.C.- En Desde allá retomas con las justas proporciones a “los autores” de allá, valga la redundancia, pasando por sensaciones, la sospecha, la amargura y la audacia, que son también actitudes frente a la vida, ¿has identificado cómo estas se incorporan a tu vida, se han modificado o agudizado al vivir en México por tanto tiempo?

P.O.L.- La verdad, sigo leyendo literatura francesa contemporánea o no con mucho placer, primero por el placer de la lengua que me acompaña, escribo en francés también. Esos autores me han acompañado siempre. Yo primero tuve a esos autores. Por ejemplo Michell Leiris es un autor que me sacudió enormemente cuando era joven y hasta la fecha lo leo con mucha pasión, comprensión y complicidad. 

Lo que ellos me dan más que todo es un universo literario crítico, es una literatura que ha usado la crítica de manera a veces demasiado aguda, pero es algo que me queda y sigo practicando gracias a ellos.