Osmar Olvera, atleta insignia de los clavados en México

Osmar Olvera Ibarra, es un joven clavadista de la Ciudad de México que, con tan solo 20 años, ha logrado hacer una transición como una de las grandes promesas al ser el nuevo estandarte de este deporte para México, luego de ganar una copa del mundo y dos medallas olímpicas en París (plata y bronce), algo que nadie lo conseguía desde 1956.

Osmar Olvera Ibarra, es un joven clavadista de la Ciudad de México

Sus logros podrían maximizarse tomando en cuenta que, desde 2021, prácticamente todo el ciclo olímpico, los atletas de natación no cuentan con apoyos federales toda vez que Kiril Todorov, entonces presidente de la Federación Mexicana de Natación, fue vinculado a proceso por el delito de peculado, lo que provocó la intervención de la Federación Internacional.

Chapoteadero

Osmar Olvera comenzó cuando tenía apenas seis años. Influenciado por sus padres, quienes lo inscribieron en clases de natación. 

“Ser clavadista es una experiencia única, el aventarte del trampolín o de la plataforma es algo indescriptible.

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“Desde que tenía 2 años, que aprendí a nadar, me encantaba salirme de la alberca para aventarme y aunque son segundos los que dura un clavado en ese momento pueden pasar muchas emociones y muchos pensamientos y creo que lo mejor es fluir”, mencionó.

A medida que avanzaba en su formación, Osmar participaba en competencias locales y regionales, donde su destreza y valentía al lanzarse desde las plataformas y trampolines dejaban boquiabiertos a los espectadores. Su dedicación al entrenamiento y su habilidad para realizar ejecuciones limpias y precisas lo llevaron a ser seleccionado para formar parte del equipo nacional juvenil.

Primeras competencias

El año 2018 fue un punto de inflexión en la carrera de Osmar. Con tan solo 14 años, comenzó a destacar en competencias internacionales, y su nombre empezó a sonar entre los aficionados y expertos de los clavados. Fue en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018 donde participó por primera vez de manera profesional.

“Siento que la gente sí me veía como la nueva promesa y más que una presión lo tomé como motivación, el que la gente esperaba que me fuera bien, que diera resultados, eso lo tomaba para llegar y darle al público mexicano esa satisfacción de escuchar el himno nacional”, mencionó.

El talento del deportista continuó desarrollándose a un ritmo vertiginoso. En 2019, compitió en el Campeonato Mundial de Clavados de la FINA en Gwangju, Corea del Sur, pero uno de los momentos más destacados de su carrera ocurrió cuando fue seleccionado para representar a México en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, que se celebraron con un año de retraso debido a la pandemia de Covid-19. 

Con 17 años, se convirtió en el competidor más joven de la delegación mexicana en asistir a la máxima justa.

“En los Juegos Olímpicos es una presión diferente, en ese entonces nunca había sentido esa sensación de que todo el mundo me estuviera viendo. Ahí estaba esa presión u obligación como más personal de demostrar que, aunque era el más pequeño, también tenía buenos clavados, con un buen grado de dificultad y lo disfruté al máximo”, recordó.

Perfeccionando la técnica

Después de Tokio, continuó entrenando arduamente, perfeccionando su técnica y adquiriendo experiencia en competencias internacionales. En 2022, participó en el Campeonato Mundial de Clavados en Budapest, Hungría, donde demostró nuevamente su capacidad para competir al más alto nivel, alcanzando las fases finales y consolidándose como una de las promesas de los clavados mexicanos.

En los años recientes, Osmar ha logrado consolidarse en la élite de los clavados a nivel mundial pues en los Juegos Panamericanos Santiago de Chile 2023 se colgó 3 medallas de oro, en ese mismo año también consiguió 2 preseas de plata en el Mundial Fukuoka (Japón). Para 2024, previo a los Juegos Olímpicos, se hizo de la presea de bronce en el trampolín de 3 m en la Copa Mundial de Doha (Qatar), allí, también consiguió su primera medalla dorada en esta competencia tras obtener el primer lugar en la prueba de 1 m.

Lo anterior, mientras los apoyos escaseaban más que nunca a causa del dilema de la Conade y la federación, incluso, aquella medalla dorada la obtuvo sin la presencia de su entrenadora Ma Jin (ya legendaria en este deporte para México), pues no se pudieron obtener los recursos para que viajara con él, aun así, ella se mantuvo presente para guiar a su pupilo como lo ha hecho todos estos años.

Vida personal

Fuera de la piscina, Osmar es conocido por su humildad y su dedicación a los estudios. A pesar de su éxito en los clavados, ha mantenido un equilibrio entre su carrera deportiva y su educación, consciente de la importancia de ambas facetas en su vida. Además, es un modelo a seguir para jóvenes deportistas en México, demostrando que, con trabajo duro, disciplina y pasión, es posible alcanzar metas extraordinarias.

“Ella es la que me ve todos los días, la que me está entrenando, me conoce y sabe qué decirme en los momentos exactos. Yo diario le mandaba mis videos de entrenamientos y ella me enviaba un audio de lo que veía junto con un mensaje de motivación”, comentó.

Sus pilares

Por su puesto, los otros grandes pilares en este andar del clavadista son sus padres, quienes siempre le han brindado respaldo en la búsqueda de uno de tantos sueños como el que cumplió en París.

“Desde siempre me han apoyado, ellos son maestros de educación física, entonces el deporte ha estado presente, me han ayudado en lo que los pueden y la verdad es que es que estoy muy agradecido de todo lo que ellos me han brindado y que siempre estén ahí”, comentó. 

El joven clavadista ha dejado claro que la falta de apoyo no es una limitante ni un obstáculo para conseguir los objetivos, por lo que no piensa en las carencias que puede llegar a tener en su trayectoria deportiva; sin embargo, está seguro de que, con la ayuda que les corresponde, los atletas podrían brindar más alegrías a los mexicanos.

“Es algo en lo que ya no quiero pensar, creo que con los resultados que he tenido es como hablo, en la alberca, sí es algo que sigo esperando que se solucione pero que las partes que están involucradas lleguen a un acuerdo. He traído varios resultados buenos a lo largo de este año y es algo que solo se logra con trabajo 

“Nosotros como deportistas lo único que queremos es tener toda la ayuda para poder seguir representando a México en las competencias y sin ello hemos tenido buenos resultados”, señaló.

La historia de Olvera apenas está comenzando y ya ha dejado una huella significativa en el mundo de los clavados. Su ascenso meteórico, desde un niño talentoso hasta un clavadista olímpico, es un testimonio de disciplina, esfuerzo y determinación.

 A medida que continúa su carrera, el mundo del deporte espera con ansias ver hasta dónde llegará este joven prodigio. Con el apoyo de su familia, sus entrenadores y la gente de México, sin excusas y esperando que en un futuro también sin limitaciones por parte de las estructuras deportivas.

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