Oxtotipac, único productor de chicharrón en el Valle de México
Los pobladores del pueblo de Oxtotipac, en el municipio de Otumba, son reconocidos como los mayores productores artesanales de chicharrón de cerdo en el Valle de México.
Oxtotipac, en el municipio de Otumba, reconocido como los mayores productores artesanales de chicharrón
De esta comunidad salen cada semana, a todo el país, unas mil toneladas de sancocho, como se le llama a la corteza del puerco lista para freír.
El oficio iniciado hace más de 50 años por el señor Jorge Aguilar, se ha convertido en la principal actividad económica del poblado, donde se estima que el 70 % de las familias se dedican a ella.
En la década de los 70’s, con apenas 13 años de edad, don Jorge se fue a trabajar vendiendo chicharrón con un hacendado del municipio de Calpuhuac, en el Valle de Toluca.
Allá aprendió el tratamiento que se le debe dar a la piel del cerdo para convertirlo después en una sabrosa pieza de chicharrón.
La elaboración y venta de este alimento tradicional pasó de ser un negocio familiar a una empresa con distribución en diferentes estados, desde Baja California hasta Chiapas, en el sureste mexicano.
El chicharrón mexiquense ya traspasó las fronteras y también se consume en países como Guatemala y Belice.
Don Jorge compartió cómo es que los obradores de Oxtotipac han logrado hacer crecer la producción del chicharrón, pese a la falta de apoyo gubernamental y sin la industrialización en el proceso.
Cada etapa de producción se realiza a mano. Cada cuero, uno por uno, se plancha, se le coloca sal, se raya, se tiende a secar a la intemperie y finalmente se pone a cocer en cazos por seis horas, a una temperatura de 360 grados.
Infraestructura para optimizar
Don Jorge señaló que si es necesario contar con ventiladores y mejorar su infraestructura para optimizar el proceso.
“Ojalá el gobierno del Estado de México, el federal, nos voltearan a ver; hemos crecido mucho, damos trabajo a muchas personas, muchos han formado sus propios negocios y para este oficio nunca hemos pedido nada, pero siempre se puede hacer más por quienes estamos ayudando a la economía del país”, expuso.
Oxtotipac, forma parte de Otumba, declarado hace un año como pueblo mágico; aquí los frailes agustinos tenían un convento y es donde las familias optaron por no trabajar más como peones de las haciendas de la región.
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