Perspectivas de la gestión del agua para 2023
En esta ocasión hablaremos acerca de que podemos esperar para la gestión del agua para 2023, específicamente los prestadores de servicios de agua enfrentarán los siguientes indicadores macreconómicos, la inflación se espera sea menor que la que cerrará en el presente año, rondará cerca de un 6%, por lo que aunque menor, la presión inflacionaria seguirá siendo un reto al balance de ingresos y costos para brindar el servicio, recordemos además que la estructura de costos del subsector es superior en al menos 1 a 2 puntos porcentuales del INPC.
Respecto a la tasa de interés de referencia, ubicada ya en 10.5%, no se espera se reduzca de manera importante, por que lo aquellos operadores que tengan créditos verán un aumento del costo financiero en todo el 2023.
El tipo de cambio, afortunádamente, se espera seguirá en los niveles observados actualmente, lo que brindará estabilidad a las proyecciones de compras y licitaciones que tengan que ver con empresas, bienes y servicios extranjeros.
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Finalmente debido al aumento del salario mínimo nacional, pasa de $172.87 a 207.44 diarios, lo que dado el monto recomendado que un hogar debería pagar por los servicios de agua y saneamiento no deben exceder del 5% del ingreso familiar, se tendría qué aquellas familias que obtengan al menos un salario estarían en condiciones de pagar $311.16 mensuales, por encima del promedio nacional, que ronda los $60 pesos, esto obviamente esta supeditado a que se haga un esfuerzo en mejorar la calidad del servicio para poder cobrar por el servicio deseado. En la frontera norte éste pago puede llegar a los $468.61 pesos, debido al mayor salario mínimo que asciende a $312.41 pesos.
Respecto al gasto nacional, el presupuesto de egresos aprobó un incremento de poco menos del 6% a las enmtidades federativas, salvo algunas excepciones, por lo que debido a la inflación quedará unos puntos porcentuales por debajo debido a la inflación real; y como ya vimos también, la recaudación nacional apenas cubre costos operativos, y por tanto no se espera una gran inversión en el subsector de agua y saneamiento con el que enfrentar todos los retos que enfrentamos. La inversión más importante del sector hídrico nacional provendrá de proyectos federales detallados en el programa K007 (inversión pública federal).
En cuando a gobernabilidad, será un año interesante en tanto el ambiente se politice cada vez más por las elecciones federales del año 2024, y nuevamente se corre el riesgo que se politice el tema del agua, y se hagan propuestas irresponsables que en nada ayudan en la construcción de un sector sostenible.
Finalmente, en cuanto a la disponibilidad del recurso hídrico, se espera un año que mantendrá un escenario de estrés hídrico, el saldo con el que terminamos 2022 de agua nos dá un stock menor al esperado, por lo que una adecuada gestión del agua es fundamental para enfrentar la situación, la demanda seguirá creciendo y presionando una oferta limitada, en tanto no se ponga órden al crecimiento desmedido, desordenado y sin planeación que ha imperado en las últimas décadas, y sin embargo es también una nueva oportunidad para ponernos de acuerdo como país en algo tan importante para la viabilidad de nuestro futuro.
DMM
