Piedra volcánica: material para el arte y la artesanía

En Chimalhuacán, Estado de México, existe un arraigo cultural que tiene que ver con la unión de disciplinas, el arte plástico y la artesanía, toda vez que existe la herencia de la escultura en piedra volcánica.

Si bien es cierto el tallado de esta piedra se realiza principalmente para la creación del molcajete, los artesanos de dicha demarcación buscan crear esculturas.

Uno de ellos, Hugo Nájera, con obra reconocida a nivel nacional, que forma la cuarta generación de esta práctica, aunque en sus planes nunca estuvo dedicarse a ello.

“Empecé a los 18 años, y la verdad, fue más por necesidad que por gusto, no me imaginaba a pesar de que mi papá, mi abuelo y bisabuelo eran artesanos y ahora soy la cuarta generación. Aunque sí te digo, ahora es por gusto” señaló el maestro.

Apuntó que ha sido una experiencia emocionante, principalmente cuando comenzó a realizarlo como una forma de expresión, característica del arte y la escultura.

“Lo más emocionante ha sido lo que vimos después, uno empieza por generar un recurso, pero luego lo empiezas a disfrutar y le pones tus emociones, las reflejas, ahí ya creas otra cosa. En mi caso, me llevó a poder obtener varios premios, y que la gente conozca de este oficio que es ser tallador de piedra, que en el caso del Estado de México, pues es Chimalhuacán la cuna” dijo el escultor.

La piedra volcánica: material bondadoso

Detalló que la piedra volcánica es un material “bondadoso” para la escultura, mismo que tiene una gran manipulación, como resistencia. Asimismo, permite, a quienes lo trabajan, experimentar con varias texturas.

“Nosotros conocemos la piedra volcánica como recinto y me gusta mucho por su resistencia, pero también tiene mucha plasticidad, lo que permite elaborar piezas de varios tipos, ya sea pequeñas, altas, delgadas o gordas. Te da mucha libertad de trabajar y te permite muchas cosas. Si bien es ideal para el molcajete, uno puede hacer muchas texturas, desde la piedra como tal hasta dejarla brillando” detalló el escultor.

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Finalmente, mencionó que el mayor reto de los artesanos se encuentra en la venta, así como el encontrar los espacios que les permitan ofertar su producto.

“Creo que el mayor problema que tenemos ahora los que nos dedicamos a hacer el arte popular, es la venta, el generar ese espacio donde te permitan mostrar tu producto y la difusión, porque el artesano siempre se la pasa trabajando” sentenció.

DMM