Plan B, con b de borregos

Ideas Sueltas

“Para la próxima, infórmense y lean bien las resoluciones que les presentan antes de emitir su voto”, sentenció Palacio Nacional en un comunicado dirigido a los diputados a quienes calificó previamente de “borregos”.

El mensaje suscrito por el Gobierno de México, que el mismo Presidente Andrés Manuel López Obrador redactó de su puño y letra, según reveló él mismo, fue dirigido en marzo pasado a los diputados integrantes del Parlamento Europeo quienes días antes habían emitido una resolución que condenaba al gobierno mexicano por la violencia registrada contra periodistas y defensores de derechos humanos.

“Es lamentable que se sumen como borregos…”, escribió el mandatario en esa comunicación oficial difundida el 10 de marzo, calificativo que sorprendió a más de uno, por tratarse de una comunicación diplomática. Días después López Obrador quiso matizar y dijo que el término “borregos” no era ningún insulto y que en México sí se sabe qué significa esa expresión.

Y con la venia del presidente, como acostumbran a decir los legisladores en México cuando toman la palabra, los ciudadanos tienen todo el derecho de exigir a los actuales diputados que no sean “borregos”, que lean bien las resoluciones que les presentan antes de emitir su voto. Porque menuda exhibida se llevaron en la semana los representantes de Morena, PT y PVEM por aprobar el llamado Plan B en materia electoral a la vieja usanza, como acostumbraba la mayoría priista de la que tanto buscan desmarcarse: por la vía del fast track; casi sin discusión, desechando lo que la oposición propusiera, por mayoriteo, en la madrugada.

Peor aún, dejaron muy mal parado a una de las “corcholatas”, “hermano” del presidente, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, quien tuvo que aceptar en la tribuna de la mañanera los graves errores aprobados por los diputados y que tendrán que ser enmendados por la colegisladora.

Aunque no debería sorprender la manera como los diputados aprobaron el plan B, es muy preocupante que las leyes en México se aprueben de esa manera. La reforma electoral tiene la atención mediática por el rechazo que tuvo la reforma constitucional que propuso el gobierno para transformar de tajo el actual sistema electoral. Pero qué puede esperarse de otras leyes que no tienen la misma atención. Los legisladores, diputados o senadores, con sus excepciones, votan en muchos casos como se los instruye su partido o su coordinador más allá de si saben lo que aprueban o rechazan. Justo así se comportan los borregos, caminando en bola rumbo al trazo que les marque el líder de la manada.

Valdría la pena que la exhibición que les dieron con el Plan B sirva de lección para que la próxima lean y se informen sobre las leyes que ponen a su consideración.

REBURUJOS

El nuevo capítulo de inestabilidad política en Perú llevó al presidente López Obrador a condenar la destitución de su homólogo, Pedro Castillo, lo que le valió críticas del Congreso de aquel país por lo que consideran fue un injerencismo. El tabasqueño dijo que opinar no es intervenir. Su gobierno deberá tener la piel muy gruesa para cuando desde otras latitudes también opinen sobre lo que ocurre en México.

TAR