Preservación del Xinantécatl, tarea de todos: Comecyt

El cambio climático, la tala ilegal, la minería y el turismo irresponsable, afectaron a una de las zonas naturales más importantes del Valle de Toluca, el volcán Xinantécatl, donde se registra la pérdida de hasta 82 metros de columna de agua en sus lagunas y la reducción de nieve.

Por ello, es urgente tomar medidas desde todas las trincheras, de lo contrario, no habrá medidas ni tecnología que contrarreste el daño, afirmó el director general del Consejo Mexiquense de Ciencia y Tecnología (COMECyT), Víctor Ávila Akerberg.

“Si no valoramos y respetamos a estos ecosistemas naturales del Estado de México difícilmente vamos a encontrar una tecnología que nos pueda resolver la problemática, ya sea por el cambio climático, la tala ilegal, la minería o el turismo, se deben regular de forma efectiva”. 

Entre 2012 y 2018 el volcán pasó a ser Área de Protección de Flora y Fauna, lo cual consideró como una estrategia necesaria que  permitió el debate y visibilizar el problema; pese a ello, las afectaciones continúan, ya que la recategorización no es suficiente.

“Tenemos muchas normas, reglamentaciones, pero hay que hacerlas valer, muchas veces pensamos que es responsabilidad solo del gobierno, pero toda la sociedad deberíamos involucrarnos en dar a conocer las prácticas que no están bien y afectan los recursos naturales”. 

Entre las medidas que deberían implementarse, dijo, se encuentra la fiscalización de las actividades que se realizan en el volcán y mejorar los incentivos para promover las prácticas de conservación entre los ejidatarios. 

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Preservación del Xinantécatl, tarea de todos: Comecyt

Actualmente se pagan mil 500 pesos por hectárea al año por el pago de servicios ambientales para que los ejidatarios conserven el bosque, pero lamentó que eso no se compara con la cantidad que reciben por dejar pasar vehículos motorizados o actividades mineras o tala clandestina.

“Debemos generar esquemas que brinden incentivos competitivos, el Nevado de Toluca asegura la producción de agua para toda la gente en el Valle, debería haber un esquema de alguna compensación que genere la supervivencia económica de quienes realmente están cuidando los recursos”.

Respecto a los visitantes, subrayó la importancia de que asuman su responsabilidad, “tal vez vamos a pasear al Nevado y no hacemos buen manejo de nuestros desechos, no entendemos cuáles son las instituciones que están atrás del cuidado, ni el impacto de nuestro paso”.

El investigador mencionó que es urgente identificar a los ecosistemas naturales como aliados y no como fuentes de explotación, tal es el caso de los humedales, los cuales son fundamentales para evitar inundaciones y para el tratamiento de las aguas residuales.

También se requiere seguir volteando a las zonas forestales del Estado de México, no solo al Nevado de Toluca, también la Sierra Nevada, la zona del Popocatépetl e Iztaccíhuatl, porque ahí es donde se está captando la mayor parte de agua.

“Tristemente hay una sobreexplotación de los recursos naturales y desde la ciencia hay que promover que se valoren como se debe estos espacios porque proveen el mejor servicio ambiental que es el agua”. 

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Falta más investigación

Si bien, hay esfuerzos de la academia por centrar sus recursos humanos y tecnológicos para encontrar alternativas sustentables que permitan cuidar y contrarrestar el daño a las zonas naturales, consideró que aún hay un largo camino por recorrer. 

“Haría falta investigar más en estas áreas, juntar a diferentes instancias, dependencias, universidades, sumar con una visión inter y transdisciplinarias, todos desde nuestras formaciones, colaborar para que vayamos más allá y se promueva este diálogo de saberes tomando en cuenta el conocimiento tradicional y el acercamiento con las comunidades”. 

Recordó que se trata de un problema global, pero a nivel local y regional no se puede seguir perdiendo tiempo, y que de disminuir las antenas captadoras de agua también caerá el número de lluvias.

“Estos ecosistemas naturales funcionan como atrayentes de lluvia, ahí debemos hacer un trabajo fuerte de investigación y tecnología, pero también de políticas públicas que estén orientadas a la reforestación y restauración, respetando lo que naturalmente ha habido, y si recuperamos esa cubierta forestal el agua va a volver y nos va a ayudar de forma natural a que se restablezcan los ciclos hidrológicos”. 

Aunque se trata de un trabajo faraónico, puntualizó que se puede hacer, ya que aún se está a tiempo; sub embargo, se trata de estrategias que verán resultados a mediano y largo plazo, ya que no es fácil.

“Uno quisiera que fuera a corto plazo, hay cosas que se tienen que pensar de inmediato, pero debemos visualizarlo a mediano y largo a plazo, seguir fortaleciendo el capital humano y que todas las personas a nivel licenciatura y posgrado interesadas en el problema se incorporen para ofrecer soluciones”. 

En este sentido, añadió que se puede enriquecer fomentando la movilidad estudiantil, para que realicen estudios sobre el tema en el extranjero, lo que permitirá conjuntar visiones y conocer nuevas perspectivas para abonar a nuevas soluciones. 

“Para realizarlo falta voluntad, si hay organización en la tala clandestina, por qué como sociedad no, tiene que atenderse el problema porque no podemos darnos el lujos de seguir perdiendo árboles de una manera indiscriminada e ilegal, esto depende de las dependencias involucradas en los tres niveles de gobierno”.

Adelantó que el siguiente año habrá convocatorias dirigidas a proyectos académicos  enfocados a la preservación ambiental, con el objetivo de incentivar la investigación que permita un beneficio social a través del cuidado de las zonas naturales del estado.

También es necesario incrementar la vigilancia policiaca para fortalecer la seguridad en la zona, pues se han detectado células de grupos delictivos en esta región, en donde hace unos meses fueron secuestradas unas personas y también son frecuentes los asaltos.

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Deforestación en el estado 

En el Estado de México, cada año se pierden más de 3 mil hectáreas consumidas por incendios, de los cuales, al menos 10 por ciento tenían árboles. 

En 2023 el Estado de México registró 973 incendios forestales que afectaron 20 mil 403 hectáreas del territorio estatal. 

En dos meses aumentaron cinco veces los incendios, ya que, enero y febrero, se reportaron 119 incendios forestales afectando 744.48 hectáreas, 41 de ellos ocurrieron la semana del 17 al 23 de febrero, de acuerdo con la Comisión Nacional Forestal.

Si bien, se implementan estrategias como la reforestación del ayuntamiento de Toluca con 170 mil árboles y la transformación de 500 escuelas en jardines polinizadores, no es suficiente.

TAR