Quimeras que se hacen realidad: Alejandro Carro
Alejandro Carro reconoció que este libro es un sueño hecho realidad
A lo largo del libro, el cual es muy ágil en su lectura por las historias cortas, unas de corte fantástico, otras románticas tirándole a tragedia como el de “Gioconda XXI” u otras inspiradas en la muerte, como la primera del libro que lleva de título “Consuelos Secretos” y algunas que llevan tonos de humor negro como “Cómo sobrevivir a los velorios”, Alejandro Carro va mostrando al lector ciertas experiencias de la vida real.
Por ello, explica que todos sus cuentos son historias humanas, cotidianas, pero que contienen ese ingrediente fantástico para abordar temas que día a día vivimos y sentimos todos.
“La gente está muy acostumbrada a la literatura realista en el sentido de que a ‘mí cuéntame algo que yo pueda vivir, que yo pueda experimentar todos los días’, pero creo que también a través de la fantasía, de lo increíble se puede hablar también de esa cotidianidad.
De las relaciones humanas, laborales, cualquier tipo de relación se puede tocar con ese giro fantástico.
“Es como el cine también, digamos como Guillermo del Toro que, a través de sus películas, fábulas y de seres fantásticos nos transmite una idea humana finalmente, son conflictos humanos como ‘La forma del agua’, como sus monstruos que en realidad vemos que sus monstruos son más humanos que las mismas personas.
‘El Laberinto del Fauno’, ‘El espinazo del Diablo’, hay personas más monstruosas que sus seres fantásticos, entonces yo me identifico con Del Toro en ese sentido.
Aunque yo no hablo de monstruos, hablo de un tema fantástico y le doy un giro fantástico a esa realidad cotidiana”, aseguró.
Un sueño hecho realidad y va por más
Alejandro Carro reconoció que este libro es un sueño hecho realidad, ya que gracias a la pandemia del Covid-19 consiguió ese tiempo para ir puliendo sus textos.
Los cuales muchos de ellos ya estaban escritos desde hace algunos años, pero por obligaciones que tenía que cumplir había postergado esta tarea.
Y gracias al llamado home office, el también poeta, pudo por fin meterse a la edición de su material para después buscar una casa editorial que estuviera interesada en publicar dichos sueños.
“Sí fue un sueño de mucho tiempo, que en realidad es un sueño que todavía no me creo del todo, sé que está pasando, pero todavía no alcanzo a despertar, digámoslo así.
“Yo sabía que algún día tenía que materializarse porque yo tenía estos estos textos y sabía que puliéndolos podían ser interesantes en esa realidad, creo que modestia aparte, sí logré mi cometido en el sentido de transmitir una idea, un sentimiento.
Hay cuentos que digamos son un poco filosóficos por ejemplo el cuento de ‘8’ que tienen mucho que ver con el oficio de escribir también el que se llama “La inspiración y yo’, entonces todos están relacionados con la vida cotidiana”, explicó.
Carro se describe como un escritor que no le deja fácil las cosas a sus lectores, ya que a lo largo de sus relatos trata de confundirlo un poco para que también participe en ideas, emociones y que de alguna manera se cuestione y descubra la intensión del autor.
Pero no sólo eso, sino que también haga sus propias conclusiones como pudiera pasar en el cuento “1912-1999”, en donde mezcla una reunión actual con la historia del Titanic.
Entre los sueños que siguen para Alejandro Carro
Es por fin publicar dos libros de poesías, material que dijo tener ya listo.
Porque dichos textos ya están escritos y pulidos a lo largo de los años, sólo falta encontrar a la editorial que se anime con este género que considera el escritor es un poco más limitado, ya que el grosor de los lectores y de las casas editoriales prefieren las novelas.
Y con respecto a esto, él dijo no ser novelista, ya que se considera en términos boxísticos como un escritor que le gusta “noquear al lector velozmente”, por ello prefiere crear relatos cortos que las novelas que son para él “peleas que se van hasta la decisión”.
“No soy novelista, sí hay escritores que sí tienen esa facilidad, digamos de largo aliento para escribir una novela, pero yo soy más de historias cortas a mí me gusta lo breve.
Una novela por ejemplo exige un trabajo más de los personajes, sus características y personalidad y yo soy más de historias.
El cuento también lleva personajes
Pero creo que se trabaja más en la historia que es la que te engancha y no te suelta hasta que la termines”, aseguró.
Aunque no le cierra la puerta en un futuro a la novela, Carro se identifica con lo que hizo Jorge Luis Borges, quien él fue sólo de cuentos y que nuca hizo una narración de “carrera larga”.
“Me gusta la brevedad y como decía Cortázar (Julio): ‘una novela es como el box’, entonces la novela tiene que ganar al lector por puntos y a mí me gusta pelear, pero con la rapidez de noquear al lector, digamos en sentido boxístico, no me gusta soltarlo, quiero arrinconarlo tenerlo ahí que no salga de su esquina que ya esté pidiendo a la campana o que espere que lo rescate la toalla. Me que los finales, sobre todo los finales, los impresione y que trascienda y que los haga pensar.
Me gusta despertar una reflexión o una emoción o ambas cosas y eso es lo que siempre he buscado entonces yo espero haberlo logrado con este libro de cuentos, no le cierro la puerta a la novela, pero soy cuentista”, finalizó
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