Recuerdan a Gonzalo Carrasco en el 169 aniversario de su natalicio
Figura emblemática de la cultura en el Estado de México
Desde hace 36 años, la Secretaría de Cultura y Turismo estatal difunde el legado de Gonzalo Carrasco Espinosa, pintor y sacerdote mexiquense, personaje emblemático en la cultura de la entidad que nació en una casona en Otumba hace 169 años.
Gonzalo Carrasco fue el décimo tercer hijo de Vicente Carrasco y Anita Espinosa, dueños de una gran casa con impresionante arquitectura.
En 1876 ingresó a la Escuela Nacional de Bellas Artes en la que fue un alumno destacado, al grado que, el también mexiquense Felipe Santiago Gutiérrez elogió sus cartones “La taberna romana”, “Diluvio y Remordimiento” y “Desesperación de Judas”, además de la pintura de “Job”.
En el año 1888 fue enviado a Saltillo para estudiar filosofía y en 1891 viajó a España para estudiar Teología, lugar donde se ordenó como sacerdote. Después, en 1895 volvió a México y pintó, en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, el mural “El primer milagro”.
En 1921 fue enviado al templo de la Sagrada Familia, en la colonia Roma, donde trabajó en los ministerios y en la decoración del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe; al estar trabajando se rompió el andamio y cayó de una altura de ocho metro, se golpeó la cabeza y piernas, además de romperse dos costillas. Falleció el 19 de enero de 1936, a la edad de 77 años.
Debido a su obra como pintor, el Estado de México cuenta con un espacio que difunde su vida y su obra, situado en su casa natal, en el municipio de Otumba y lleva por nombre “Casa Museo Gonzalo Carrasco de Otumba”.
El Museo cuenta con un dotado acervo local que incluye fotografías de construcciones civiles y religiosas de la región, muebles del siglo XVI, cédulas que explican la vida económica, política y social de Otumba.
También están fotografías sobre la elaboración del pulque, unas cortinas con escenas taurinas conocidas como transparencias, elaboradas en el Siglo XIX con tela de lino, una completa colección de botellas para vino y alcohol de variadas formas y colores, en tanto el comedor se recrea con muebles de madera de esa centuria.
Por lo anterior, es importante conocer a los personajes que han escrito la historia cultural de la entidad ya que son parte de la identidad como mexiquenses que podemos presumir en el país y en el mundo.