Recuerdan al “Chivo” Córdoba, pionero del fútbol americano mexiquense
Han pasado 45 años del fallecimiento de Alberto “Chivo” Córdoba, una leyenda del fútbol americano nacional por su trayectoria; como jugador, en Pumas y un icono de este deporte en el Estado de México, donde impulsó el desarrollo de la disciplina desde la capital.
El legado del coach es tan grande, que uno de los estadios más grandes de la entidad lleva su nombre; sin embargo, este ha trascendido por generaciones, aún después de su última suspiro el 8 de febrero de 1978; con apenas 54 años de edad, por lo que este sábado se reunieron veteranos de diferentes camadas para rendirle homenaje.
“Chivo” Córdoba, pionero del fútbol americano mexiquense
Luego de una ceremonia de conmemoración, se dieron cita al campo para realizar un “tochito”, por los viejos tiempos, allí se encontraba Jaime Arriaga, pateador y liniero ofensivo que fue entrenado por Alberto Córdoba desde 1975, formando parte del último equipo al que dirigió.
Señala que el fútbol americano fue la gran pasión del coach, quien lo llegó a impulsar en momentos donde ni siquiera el deporte de la entidad se preocupó por la disciplina de la tacleadas.
“Mucho tuvo que ver (en el desarrollo del fútbol americano), yo creo que sí no hubiera estado el Chivo Córdoba en algún momento hubiera desaparecido, te lo digo porque se le pidió al gobierno se le pidió el apoyo para impulsar el deporte, y las historias cuentan que el gobernador en turno dijo que si no había equipo, no tenía sentido.
Fue entonces que llegó el Chivo Córdoba organizó para que todos los niños que jugaban pudieran seguir con su trayectoria hasta que llegó la mayor”, recordó el jugador.
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El Chivo ya tenía fama de ser un entrenador con carácter
Los registros señalan que fue a finales del 69’ cuando el entrenador llegó a toluca para comenzar a crear un programa deportivo que derivó en la categoría mayor, lo que logró con una filosofía personal de las “Tres Rs”, misma que transmitió a sus jugadores.
“Cuando yo llegue el Chivo ya tenía fama de ser un entrenador con carácter, él hablaba de las Tres Rs, son tres ver tienes que se basan en respeto a sí mismo, respeto a los demás y responsabilidad por tus actos, mismas que en nuestra vida actual nos siguen marcando”, mencionó Arriaga.
Relata que Alberto Córdoba tenía una personalidad dentro y fuera del campo, pues a pesar de ser un entrenador estricto, la primera impresión del entonces pateador fue de una sujeto amable, carismático y protector; sin embargo, ya sea en partidos o entrenamientos, el coach solo pensaba en la victoria, presionando a sus jugadores y haciéndoles saber que la podían conseguir.
Las Tres Rs, su legado
A pesar de los señalado sobre el deceso del entrenador, el cual tiene registro en Ciudad de México, el jugador señala que fue en las canchas que tanto amaba donde desvaneció, rodeado de sus jugadores y su deporte.
“Recuerdo que estábamos entrenando, fue por la tarde; lo recuerdo con sentimiento, de repente vi a los coaches y a todos correr, el Chivo había caído por un tema del corazón. El tenía un auto muy bonito, era viejo, pero muy bonito, se lo llevaron a México y fue cuando dieron la noticia de que había fallecido”,concluyó.
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