«Reina del Sur» estadounidense deportada a México

En un golpe contundente al narcotráfico, Amanda Rachelle Miller, la estadounidense de 33 años conocida como la «Reina del Sur», fue deportada de México y arrestada en Estados Unidos para enfrentar cargos por narcotráfico y lavado de dinero.

«Reina del Sur» estadounidense deportada y detenida tras cuatro años prófuga

Miller, originaria de Tucson, Arizona, había logrado evadir a las autoridades durante casi cuatro años tras ser acusada formalmente en un tribunal federal. Sin embargo, su suerte cambió cuando fue localizada y detenida en Culiacán, Sinaloa,y extraditada a Estados Unidos para responder por sus presuntos crímenes.

El ascenso y caída de una narcotraficante

La investigación en contra de Miller comenzó en 2020, cuando las autoridades descubrieron evidencia que la vinculaba a una extensa red de distribución de drogas en el área de Tucson. Un libro de contabilidad hallado en su poder detallaba las ganancias millonarias obtenidas a través de este ilícito negocio.

Tras ser puesta en libertad bajo fianza, Miller decidió huir a México, donde adoptó el alias de «Reina del Sur» y se presumía que tenía vínculos directos con el Cártel de Sinaloa. Según documentos judiciales, la mujer se jactaba de su conexión con este poderoso cartel y orquestó múltiples ventas de narcóticos en el sur de Arizona.

Un golpe al narcotráfico

La captura de Miller representa un duro golpe para el narcotráfico en la región. Las autoridades estadounidenses la vinculan con dos incautaciones históricas de drogas realizadas en 2021, lo que subraya la importancia de su papel en la organización criminal.

Miller enfrenta ahora múltiples cargos federales que podrían llevarla a pasar el resto de su vida en prisión. Las penas máximas por los delitos que se le imputan van desde los 20 años hasta la cadena perpetua, además de millonarias multas.

El caso de Miller pone de manifiesto la complejidad del narcotráfico y la capacidad de las organizaciones criminales para operar a escala internacional. Las autoridades estadounidenses y mexicanas continúan trabajando de manera conjunta para desarticular estas redes y llevar ante la justicia a quienes las lideran.