Restauración artística, una labor que está más apegada a la ciencia

La conservación y la restauración artística de obras y documentos históricos es una labor poco mencionada al momento de visitar un museo, pero que sin ésta las piezas que se aprecian desde hace mucho tiempo, pudieron haberse extinguido.

Estas labores, aunque diferentes en su aplicación, tienen el mismo objetivo, según lo menciona Guadalupe Peredo, representante de esta labor y jefa del Departamento de Restauración en el Estado de México.

“La conservación y la restauración son lo mismo, en el sentido de que son un rescate a un acervo; solo que en la conservación son medidas precautorias para que no se deteriore y la restauración ya es la intervención directa en los materiales de las piezas”, explicó la encargada.

Asimismo consideró que estas labores son de gran importancia para la identidad y valor de las generaciones próximas, así como salvaguardar la historia de la entidad.

“La intención del rescate es que tanto las generaciones presentes como las futuras, conozcan y valoren todos nuestros acervos, que son parte de una documentación histórica, por eso también la importancia de estas prácticas”, dijo Peredo.

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Además, señaló que esta profesión es ajena a la formación de un artista plástico, pues cuenta con su propia carrera universitaria, donde no solo se evocan al conocimiento artístico sino a las ciencias aplicadas para poder realizar la labor.

“Existe la carrera de Conservación, Restauración y Museografía en la que debes de cursar 5 años, igual que cualquier carrera, pero con jornadas más grandes; puede ser de 8 de la mañana a 8 de la noche con dos horas de comida».

«En todos los años se llevan ciencias como física, química y biología aplicadas a los materiales que se utilizan para las artes plásticas, también mucha historia; tanto nacional como mundial, lo que lo hace una carrera multidisciplinaria”, mencionó.

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Espacio de trabajo para la restauración artística

El espacio de trabajo requiere de un taller que cuente con laboratorio, donde se realiza el estudio pertinente de cada acervo para su intervención.

“Tomamos muestras del material; por ejemplo de una pintura de caballete, tomamos muestras de su tela y la llevamos al microscopio y se hacen estudios con algunas luces, una cámara especial infrarroja y con base en ello se determina el estado de la pieza, lo que nos va a permitir intervenir un acervo”, señaló la encargada.

Finalmente advirtió que éstas se mantienen en constante actualización, no solo por las nuevas tecnologías, sino porque se han creado nuevos métodos para su ejecución.

“Con toda las piezas se aprende, a pesar de los años sigo aprendiendo, hay metodologías nuevas, tecnologías nuevas; como reflectografía, que es una pieza que nos permite ver atrás de la pintura, con lo que a veces se denota hasta el boceto del autor, todo con la misma intención, salvar nuestro acervo”, concluyó.

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DMM