Revocación de mandato ¿Y la ciudadanía?
Observatorio electoral
El día de hoy se consultará a la ciudadanía, por primera vez en la historia, sobre la conveniencia de revocarle el cargo al presidente de la República.
Sin embargo, todo parece indicar que su resultado estará lejos de lo esperado inicialmente.
En primera porque el principal impulso no provino de la ciudadanía, sino del presidente AMLO.
Este hecho hizo que desde un principio se convirtiera en una ratificación y no en una revocación de mandato, como está señalado en la constitución. La concepción original fue alterada con fines claramente políticos.
La ciudadanía llega a este día con muchas dudas.
El INE ha convocado a participar en la revocación del mandato presidencial de AMLO, pero la mayoría de la propaganda colocada en las vías públicas es a favor de la ratificación y la de la oposición la invita a que no vote.
¿A quién le hace caso? También enfrenta la confusión sobre la ubicación de las casillas, que por razones presupuestales, justificadas o no, se han reducido a un tercio de las instaladas en 2021.
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En todo el país solo se instalarán 57, 500 casillas, para que voten 93.5 millones de electores; en suelo mexiquense habrá 7, 748, para que voten 12.2 millones.
Esas casillas son insuficientes para que vote al menos 40 por ciento de la ciudadanía y el resultado obligue a su acatamiento.
Por esta razón, esta consulta será algo parecido a la realizada en 2021, para enjuiciar a los ex presidentes de la República; solo tendrá un valor simbólico, pero será inútil en términos jurídicos. ¿Tiene sentido realizar consultas así?
El día de hoy la ciudadanía llega a una consulta contaminada por el conflicto del presidente AMLO, su gobierno y su partido, con el INE.
Aunque también de parte del último se han emitido fuertes declaraciones hacia ellos. Ha destacado su presidente, Lorenzo Córdova, y Ciro Murayama, quien ha recurrido incluso a las burlas e ironías hacia quienes cuestionan su desempeño.
Eso no le ha hecho bien al INE, que por momentos se ha convertido en otro actor político y no en el árbitro permanente que debe ser.
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El país llega a la consulta para la revocación de mandato en medio de un proselitismo gubernamental impresionante.
El presidente AMLO, la Jefa de Gobierno de la CDMX, el secretario de Gobernación, algunos gobernadores y el dirigente nacional de Morena, entre otros, han violado la veda electoral de forma completamente innecesaria, porque el previsible resultado es que la revocación de mandato no prosperará.
¿Qué sentido tiene recurrir a toda la fuerza presidencial para ganar una consulta cuyo resultado prácticamente ya se sabe?
Lo más preocupante es que la situación vivida en los últimos días es parecida a las prácticas que se creían superadas, de la época del PRI todopoderoso.
Esto ha hecho que incluso se hable ya de una consulta de Estado para el día de hoy, cuando debiera ser un ejercicio libre y espontáneo de la ciudadanía, interesada o no en la revocación del mandato presidencial de AMLO.
A partir de mañana habrá que hacer un balance de este tipo de consultas, concebidas originalmente para que la ciudadanía decida o no la terminación anticipada de un gobierno.
La revocación de mandato no debe convertirse en un ejercicio propagandístico, para fortalecer el poder del presidente en turno.
Debe preservarse como un instrumento ciudadano para decidir si un gobierno ha cumplido con las expectativas que se tenían sobre él y, en función de eso, decidir sobre su continuidad o no.
Solo eso. Nada más.
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