Ricardo Hidalgo explora la dirección virtual

• Cumplió uno de los retos más importantes de su carrera, al hacerlo mediante una plataforma en línea

Ricardo Hidalgo Fernández, cineasta radicado en Toluca, participó en la dirección de un cortometraje cien por ciento de manera virtual, “Un mal día”, el cual fue parte de un proyecto cinematográfico a nivel mundial, donde se produjeron 40 cortos, todos desde plataformas online y que se estrenó en octubre pasado, pero sigue vigentes en la página de Internet https://www.secuelasdelacuarentena.com/

La iniciativa fue de tres productoras, una de ellas mexicana, donde tiene un amigo y quien lo invitó al proyecto. Se contó con 350 participantes, provenientes de 20 países, quienes colaboraron en áreas de dirección, actuación, guion, edición, post producción de audio y diseño gráfico.

Hidalgo Fernández reconoció que fue todo un reto ya que todo su trabajo lo realizó mediante la plataforma de Zoom, además no conoce en persona a ninguno de los involucrados en su corto, son de Nicaragua y mayoritariamente de Costa Rica.

“Por Zoom yo llevé todo el trabajo de pre-producción con la productora, para ponernos de acuerdo cómo se iba a llevar a cabo la grabación, estuve ensayando con los actores vía Zoom, leyendo el guion e interactuando con ellos para definir los sets de grabación, todo fue por Internet”.

Se decidió que el cine-fotógrafo fuera al departamento de los actores, que en la vida real son pareja, y grabó con su cámara profesional, para cuidar el tema de encuadres y de iluminación. “Yo les decía, donde poner la cámara, la conectamos a Zoom, yo veía todo el tiempo la imagen de la cámara y al mismo tiempo los veía a ellos. Fueron dos días de grabación con esta dinámica”, recordó.

Sin duda, fue todo un reto personal y profesional para el director mexicano, ya que nunca antes había trabajado de esta manera.

“Fue súper intenso porque yo nunca había hecho algo así, grabar todo un cortometraje sin yo estar presente y tener a toda la gente. Yo creo que es el reto más interesante de todos los proyectos que he hecho”.

Y añadió: “Yo estaba muy inquieto, me sentía incluso inseguro en ocasiones, pero hicimos un equipo muy dispuesto en cuestión del reto y la dinámica, eso empezó a funcionar muy bien, a pesar de las complicaciones a distancia de que yo no pude estar ahí”, detalló.

En total fueron cinco meses de arduo trabajo, tuvo solo tres semanas de pre-producción y el trabajo de postproducción abarcó cuatro meses aproximadamente, con edición de imagen, sonido, música, pues el propio Ricardo recibía los avances de cómo estaba quedando el corto y les mandaba comentarios.

ASME