Subempleo se desborda en diversos cruceros de Toluca

Durante esta temporada navideña diversos cruceros peatonales de la ciudad, principalmente los de Avenida Las Torres, desde Ignacio Comonfort hasta Jesús Reyes Heroles registran un incremento significativo de comerciantes de artículos para teléfonos celulares, malabaristas, limpia parabrisas, vendedores de botanas, cigarros, congeladas de sabores, limpia llantas, traga fuegos, así como de adultos mayores y menores de edad solicitando dinero a los automovilistas.

En la última semana las actividades comerciales informales en los cruceros de diversos puntos de la ciudad han aumentado, es común observar a decenas de personas ofrecer infinidad de productos de temporada, también a menores y adultos mayores pidiendo dinero a transeúntes y automovilistas.

Actividad informal en cruceros de Toluca

Los puntos en donde este tipo de actividades informales son más visibles, son las intersecciones de Las Torres con Heriberto Enríquez y Venustiano Carranza, ahí la presencia de menores pedigüeños es alta, al menos cinco recorren los carriles laterales, se acercan a las ventanillas de los autos estiran la mano en espera de una moneda, esta rutina la repiten desde la mañana hasta las 16:00 horas aproximadamente, no siempre con éxito.

A partir de la avenida Ignacio Comonfort hasta Jesús Reyes Heroles se repite la escena en cada semáforo, algunos menores están acompañados por adultos quienes vigilan su labor o aprovechan para ofertar su mercancía a los automovilistas, otros más de plano se sientan en el pasto a observar a los niños que van y vienen entre los vehículos.

Niños y adultos mayores entre los comerciantes

Cabe señalar que el subempleo no es exclusivo de Las Torres, también se registra en otros sitios, entre ellos carriles laterales de Paseo Tollocan y sus intersecciones con Isidro Fabela, Heriberto Enríquez y José María Pino Suarez, esquinas en donde se puede comprar desde un chicle, un cigarro hasta un accesorio para teléfono celular, sin faltar niños y adultos mayores pidiendo su “navidad”, frase que se ha convertido en  mantra que les permite aguantar largas “jornadas de trabajo” bajo el sol intenso y el frío extremo de la temporada invernal de la capital mexiquense.

La escena se ha convertido en una postal citadina, con el cambio de luz decenas de comerciantes se lanzan en una carrera contra el tiempo para vender sus mercancías, mientras que niños y adultos mayores solo tienen unos minutos para conseguir unas monedas o si bien les va una sonrisa o un poco de comida, actividad que, sin duda, pone en riesgo su integridad y la de los automovilistas.

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