Tendencias mundiales en la gestión del agua

La forma en que se administran y gestionan los recursos hídricos varía en cada país, a este arreglo económico, institucional, normativo y de gobernanza se le conoce como “modelo de gestión del agua”.

Este modelo ha cambiado a lo largo del tiempo, dependiendo de la evolución de las corrientes y teorías políticas y económicas dominantes.

Cada país ha logrado resultados diferentes, algunos resultados dependen de la capacidad económica, otros de un manejo adecuado de sus recursos hídricos, pero lo que queda claro, como en muchos otros aspectos de los problemas económicos y sociales, es que no se pueden copiar soluciones y adaptarlas a todos los países.

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En México se han implantado modelos de gestión del agua que no han logrado resolver los problemas de nuestros recursos hídricos, por lo que se pone en peligro el desarrollo sostenible para las futuras generaciones. Se han intentado acciones, programas y proyectos sin éxito por tratar partes aisladas de un modelo de gestión.

Como ejemplo de lo anterior, cuándo una nueva tecnología es implantada se espera que por sí sola resuelva cierto problema, sin tomar en cuenta la incapacidad técnica u operativa para mantenerla y lograr los resultados deseados. 

Otro caso, cuando en México se pretende financiar desde el gobierno federal la prestación de los servicios relacionados con el agua, lo que ha resultado es un despilfarro de recursos que en nada hace sustentable la situación económica de los responsables en prestarlos, volviendo un “barril sin fondo” la necesidad de recursos económicos. 

Cuando se ha invertido en formar cuadros profesionales que garanticen la operación de sistemas de agua se despiden y prescinden de ellos por los cambios políticos que obedecen a las administraciones públicas.

Actualmente, y después de varias décadas de participación privada en la prestación de los servicios relacionados con el agua, existe evidencia de que la perspectiva de los beneficios ha superado la realidad.

Un caso es el de Inglaterra, donde la factura promedio en los hogares ha crecido 40% por encima de la inflación desde 1989, y es un hecho que las empresas privadas dependen en gran medida de los fondos públicos.

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La opinión popular acerca de la participación privada en los servicios públicos está cambiando. En el Reino Unido, de acuerdo a una encuesta realizada por el Instituto Legatum, el 83% de las personas estaban a favor de la nacionalización del agua. Se estima que 266 ciudades en todo el mundo tienen hoy sistemas de agua renacionalizados o remunicipalizados. (O´Brien, Hettie, 2018). Sin embargo, el que eso aplique y funcione en el país británico no es garantía para que suceda igual en otra parte del mundo.