Tiempos difíciles para el cuidado ambiental

Tiempos difíciles para el cuidado ambiental

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Tiempos difíciles para el cuidado ambiental

Mtro. Hugo Roberto Rojas Silva

Hugo Roberto Rojas
Enero 22, 2025

La historia suele repetirse cada cierto tiempo. La humanidad suele tener memoria de corto plazo; sin embargo, existen fenómenos que no pueden abstraerse de la dinámica económica y social. Por siglos, la forma de producción de los bienes y servicios no tuvo en cuenta el límite físico de los elementos de la naturaleza que se pueden extraer, sin desequilibrar su frágil sustentabilidad.

Durante siglos se pensó que la tecnología y mayor conocimiento lograrían sólo aspectos positivos, y que las condiciones naturales podrían permanecer intactas hasta la eternidad, sin embargo, ya en el siglo XVIII los fisiócratas plantearon que la capacidad de generar riqueza depende de la capacidad de reponer de manera sostenible en el tiempo las condiciones de partida del capital natural (sic) en términos físicos, y de poner por encima de lo monetario, los aspectos físicos.

Estos primeros esbozos de preocupación se mantendrían de forma marginal y aislada de las teorías económicas posteriores, para la economía ortodoxa, la preocupación no pareció como evidente, si no hasta la segunda mitad del siglo XX, cuando, ante una evidente degradación ambiental, algunos autores como Garret Hardin en su influyente texto “La Tragedia de los Comunes” en 1968, y algunas conferencias internacionales; plantearon que existe un límite y había que tratarlo, entre ellos el informe “Los Límites del Crecimiento” de 1972, y el posterior  informe Brundtland que se presentó por las Naciones Unidas en 1987, en una versión descafeinada.

Los hechos evidentes, aunque aún cuestionables por ciertos sectores de la humanidad, son: 1) apropiación humana devastadora de la biomasa, 2) calentamiento del planeta (cambio climático), 3) destrucción de la capa de ozono, 4) degradación de la tierra (erosión, salinización y desertificación de los suelos), 5) pérdida acelerada de la biodiversidad y 6) transición poblacional, cambios en los patrones dominantes de la población”, seguro se refiere al aumento del porcentaje de la población urbana, se agregaría, 7) sobreexplotación de recursos hídricos y 8) contaminación de cuerpos receptores de agua.

Estos factores son los que están presentando ya consecuencias devastadoras en todo el mundo, y que ahora, se vuelven a poner en riesgo a causa de un negacionismo irracional, o por supuestas decisiones administrativas, de supuestas emergencias energéticas y de meros desacuerdos por aportaciones económicas, pero que lo que está detrás de todo esto es la competencia geoeconómica entre el país más rico del mundo y aquellos que se desarrollan a pasos acelerados, como Estados Unidos y China, por supuesto.

El anuncio de retirarse del acuerdo del París y de todos los acuerdos, pactos o compromisos sociales que estén bajo el marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que ha formalizado el actual presidente de nuestro vecino del norte, rompe con la esperanza de que estos esfuerzos pudieran poner por encima de intereses económicos o políticos, la preservación de los ecosistemas. Aunque aún existan países que sí pongan por encima la seguridad nacional que se logra al preservar sus elementos naturales, desgraciadamente nuestro planeta se ve afectado por lo que ocurra en lugares muy distantes a donde se producen, por ejemplo, el derretimiento de los icebergs. 

El avance tecnológico de la humanidad, su dominio de la naturaleza, su inventiva, capacidad de invención y creatividad, desarrollo de las artes, después de todo esto, y al paso de siglos de dominio de nuestra especie en nuestro planeta, no son suficientes para evitar cuestionarnos nuestra inteligencia y capacidad de cuidar el único hogar con el que contamos hasta el momento.

PAT

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