Más de la mitad de los gases de efecto invernadero que se generan en el Estado de México provienen del consumo de combustibles fósiles, principalmente por el transporte y la producción de energía, según el último Inventario Estatal de Emisiones de Gases y Compuestos de Efecto Invernadero, publicado por el Instituto Estatal de Energía y Cambio Climático (IEECC).
Lo anterior puede generar impacto ambiental, en salud y hasta económico.
Contaminación ambiental por transporte en Edomex
El documento señala que el transporte contribuye con el 53.3% de las emisiones, mientras que el sector energético representa el 29.5%. El resto proviene de los residuos, la agricultura, la ganadería y el uso de suelo. Las cifras corresponden al reporte más reciente del IEECC, con base en mediciones realizadas en 2022.
De acuerdo con el especialista en medio ambiente de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Sebastián Rodríguez, el incremento de emisiones se traduce en consecuencias directas para la población y el territorio mexiquense.
“El transporte urbano y la generación de energía a partir de combustibles fósiles liberan gases que se acumulan en la atmósfera, aumentando la temperatura local y afectando la calidad del aire que respira la población, conocemos los problemas de este tipo que existen en el Valle de Toluca y en el Valle de México”, señaló.
Afectaciones a la salud por contaminantes
Explicó que la exposición constante a contaminantes, como el dióxido de carbono y las partículas finas, también puede generar afectaciones a la salud, especialmente en municipios con alta densidad vehicular.
“Las partículas suspendidas y los gases asociados al tráfico provocan un aumento de enfermedades respiratorias y cardiovasculares, sobre todo en zonas como Toluca, Ecatepec o Naucalpan, donde la circulación de vehículos es constante”, dijo.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), hasta 2023, el Estado de México concentró más de 9.2 millones de unidades, lo que lo mantiene como la entidad con el mayor parque vehicular del país. La mayor parte se ubica en los corredores metropolitanos del Valle de México y del Valle de Toluca.
Repercusiones económicas
Añadió que las emisiones no solo tienen efectos ambientales y sanitarios, sino también repercusiones económicas, pues los gastos médicos y las pérdidas laborales derivadas de enfermedades relacionadas con la contaminación pueden representar un impacto financiero considerable.
“Los costos asociados a la atención médica y al ausentismo laboral por enfermedades respiratorias o fatiga ambiental son una consecuencia indirecta del modelo energético y de movilidad actual”, mencionó.
Municipios del Edomex con mayor concentración de emisiones
El Inventario del IEECC detalla que los municipios con mayor concentración de emisiones coinciden con las zonas de mayor población y actividad industrial. Según el documento, el Estado de México emite anualmente más de 27 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente.
El especialista indicó que una posible ruta para reducir las emisiones sería fortalecer la movilidad eléctrica, impulsar el transporte público y promover fuentes de energía renovables, con el fin de equilibrar la demanda energética y mitigar los impactos.
“La reducción de gases de efecto invernadero requiere coordinación entre gobierno, sector privado y ciudadanía; sin políticas sostenidas y educación ambiental, los esfuerzos serán insuficientes”, concluyó.
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MPH

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