En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2025, que se celebra del 1 al 7 de agosto bajo el lema “Prioricemos la lactancia materna: construir sistemas de apoyo sostenibles”, la profesora Yuliana Gabriela Román Sánchez, del Centro de Investigación Aplicada para el Desarrollo Social (CIADES) de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), hizo un llamado a fortalecer los entornos de apoyo para las madres lactantes, no solo en beneficio de la salud, sino también como una acción de impacto social.
Semana Mundial de la Lactancia Materna 2025
La conmemoración, impulsada por la Alianza Mundial pro Lactancia Materna (WABA), busca crear conciencia sobre la necesidad de establecer redes de apoyo eficaces en hogares, servicios de salud, espacios laborales e instituciones educativas, que garanticen condiciones dignas y seguras para ejercer el derecho a amamantar.
Román Sánchez destacó que el respaldo a las mujeres lactantes debe ser integral, ya que las redes de apoyo generan un ambiente propicio para la lactancia y permiten que las madres se sientan acompañadas y respetadas. En este contexto, subrayó la urgencia de seguir promoviendo la instalación de salas de lactancia en centros de trabajo y espacios públicos.
“Los lactarios son espacios privados, seguros y adecuados que permiten a las mujeres sentirse cómodas durante la lactancia. Su presencia dentro del entorno laboral no solo favorece el bienestar de las trabajadoras, sino que también contribuye a mejorar su desempeño profesional y el ejercicio de su maternidad”, afirmó.
Diversos organismos internacionales, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF, coinciden en que la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida, y complementaria hasta los dos años o más, ofrece beneficios significativos como el fortalecimiento del sistema inmunológico, el desarrollo cognitivo y emocional, y el establecimiento de un vínculo afectivo entre madre e hijo o hija.
También se reconocen sus ventajas en términos de ahorro económico familiar y de reducción del impacto ambiental.
Buscan condiciones dignas y seguras para ejercer este derecho
Además, la investigadora recordó que la lactancia materna no solo es un derecho social y reproductivo, sino que también representa una práctica ecológica, al disminuir el uso de fórmulas lácteas industriales, envases no reutilizables y utensilios que generan residuos.
“Amamantar no solo fortalece vínculos y reduce gastos, también tiene beneficios comprobados para la salud de la madre, como la disminución del riesgo de cáncer de mama y útero, y la prevención de la depresión posparto”, concluyó Román Sánchez.
La Semana Mundial de la Lactancia Materna invita a todos los sectores a comprometerse con la construcción de entornos sostenibles y respetuosos que faciliten esta práctica esencial para la vida.
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SPM