En poco más de 48 horas tendremos una nueva cita con la democracia. Será una cita diferente, nada semejante a las que tradicionalmente tenemos cada tres o cada seis años para elegir autoridades locales o federales.
En esta ocasión se trata de una cita en las urnas para democratizar la justicia. Ese es el propósito de la elección de integrantes del Poder Judicial de la Federación y del Tribunal Superior de Justicia en el Estado de México.
Histórica e inédita son dos adjetivos que se pueden otorgar a este proceso que deriva de una reforma constitucional.
Una elección por voto popular en la que se habrán de elegir 881 cargos federales; se trata de la mitad de cargos del Poder Judicial de la Federación y la otra mitad se elegirá dentro de dos años.
Se eligen nueve ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN); dos magistraturas de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF); 15 magistraturas de las salas regionales del TEPJF; cinco integrantes del Tribunal de Disciplina Judicial; 464 magistraturas de circuito y 386 juezas y jueces de distrito.
En lo que se refiere a elecciones judiciales estatales habrá de llevarse a cabo en 19 estados, entre ellos la entidad mexiquense y estarán en disputa cerca de dos mil cargos.
De manera específica en el estado de México se elige a la presidenta o presidente del Tribunal Superior de Justicia, cinco magistraturas del Tribunal de Disciplina Judicial, de reciente creación y que asumirá funciones que tiene actualmente el Consejo de la Judicatura, 30 magistraturas del Tribunal Superior de Justicia, además de 55 juezas y jueces.
Ayer miércoles concluyeron las campañas para dar paso al periodo de reflexión; campañas sui generis a las que se tuvieron que adaptar las candidatas y los candidatos al Poder Judicial.
Sin financiamiento público, con recursos propios y topes de gasto de campaña; sin posibilidad de comprar anuncios o pagar publicidad en medios de comunicación o alternos como bardas. Difusión en redes sociales.
Las autoridades electorales estiman una participación ciudadana del 20 por ciento; otras cifras dan un margen de asistencia del 15 por ciento.
El próximo domingo cuando la ciudadanía mexiquense llegue a las casillas con su credencial de elector recibirá diez boletas; seis corresponderán a la elección federal y cuatro a la elección local. Al emitir sus votos estarán participando en esta transición institucional del Poder Judicial.
Se trata de un comienzo de una historia perfectible en esta trama de elecciones judiciales.
Después de la elección del domingo y de los conteos respectivos y la entrada en funciones de quienes hayan sido electos en el mes de septiembre, la nueva cita con la democracia será en dos años, en el 2027, tiempo que seguramente será suficiente para ajustar aquello que sea necesario, suprimir lo que no haya funcionado o incorporar lo que haga falta.
Lo deseable y a lo que se aspira en esta ruta es construir un Poder Judicial autónomo, independiente que responda a criterios diferentes a los que venía desarrollando, poniendo en el centro de su atención a las y los ciudadanos.
@periodistamex
PAT
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