Una historia que refleja la realidad de la opresión femenina

Una historia que refleja la realidad de la opresión femenina

Manci es la historia de una sobreviviente en un siglo convulso, de una mujer que representa a todas las que sufren opresión.

Alejandro Baillet
Abril 6, 2025

La escritora Silvia Pasternac sorprende con su primera novela, Manci (Lumen), una historia ambientada en la misteriosa Transilvania.

En conversación con La Jornada Estado de México, Pasternac nos adentra en el origen de esta obra y en la fascinante protagonista que la inspira. 

Manci se desarrolla en Transilvania, un lugar con una gran carga histórica y cultural. Lo primero que se piensa es en vampiros.

“Para mí es doblemente misteriosa porque mi familia paterna viene de allá. Siempre que mi papá mencionaba que mi abuela era de Transilvania, yo también pensaba en vampiros. Pero después alguien le contó la historia de Manci.

“Era un relato breve, de apenas una página, pero me enamoré del personaje porque tenía una característica que para mí es fundamental: la capacidad de sobrevivir. Manci vivió ochenta años en un siglo que no era favorable para ella. Fue un siglo convulso, y más aún en esa zona, marcada por la guerra, la pobreza y el miedo”, respondió.

Manci es un personaje fuerte y resiliente

Así, a partir de unos cuantos datos transmitidos de generación en generación, Pasternac construyó una novela en la que Manci se erige como un personaje fuerte y resiliente.

“Todo el tiempo pensaba en lo afortunada que fui de nacer en una época más benévola. Crecí en una familia que me brindó seguridad y Manci es una sobreviviente. Se las arregló para vivir 80 años en un siglo que no le iba a ser favorable”, explica.

Nacida en una época y un entorno hostiles, la protagonista atraviesa los avatares del Imperio Austrohúngaro, las guerras, la pobreza y los cambios geopolíticos de su región.

Un reflejo de las mujeres del mundo

Más que un personaje, Manci representa a todas las mujeres que han enfrentado opresión.

“Podría ser una mujer indígena en México, una mujer negra en Estados Unidos o una mujer musulmana en otro país. Manci es una mujer que nace en un entorno hostil. Su madre nunca la quiso, y eso la convirtió en su propio centro.

“La imagino como un planeta solitario que orbita en la realidad, pero con una gran fuerza interior. Nació en una región donde la pobreza, el racismo y la discriminación eran constantes, pero nunca dejó que eso la afectara profundamente.”, señala Pasternac.

La autora resalta la importancia de que las mujeres aprendan a quererse a sí mismas y a reconocerse como lo más importante en sus propias vidas.

Sin duda. Manci representa a cualquier mujer en situación de opresión y lo más esperanzador es que, pese a su contexto, logró ser libre. Pero creo que su mensaje no es solo para mujeres oprimidas, sino para todas las personas. Nos educan para el sacrificio, tanto a mujeres como a hombres. Manci nos enseña que el primer paso para sobrevivir es quererse a uno mismo”, reflexiona.

Escribir entre el miedo y la memoria

Al preguntarle sobre su proceso de escritura, Pasternac admite que sintió miedo, pero no por contar la historia en sí, sino por los paralelismos con la actualidad.

“Cuando escribí Manci, pensé en un mundo lejano. Ahora veo que el siglo XX fue terrible, pero el XXI no ha mejorado tanto como creíamos. La violencia y la incertidumbre del presente hacen que el pasado cobre nuevas dimensiones.

“La historia se repite y el ser humano no aprende”, lamenta.

De la pantalla a las páginas

Con una trayectoria en el cine y la televisión, Pasternac reconoce que la transición a la literatura tuvo sus retos.

Su formación en cine y televisión le trajo nuevos retos al escribir esta novela

“Al principio me complicó. En cine y televisión se escribe en presente, y me costó adaptarme al tiempo verbal narrativo de la novela. Pero luego descubrí que mi experiencia me daba una ventaja: hice una escaleta detallada, como si fuera un guión. Me permitió escribir con estructura y seguridad. Algunos escritores me dicen que es una pérdida de tiempo, pero para mí fue esencial.

Manci tiene una gran carga visual. Es fácil imaginarla en la pantalla. ¿Te gustaría que se adaptara a una serie o película?

“¡Por supuesto! Me la imagino como una miniserie de siete capítulos. Yo misma podría escribir el guión, pero necesitamos un productor dispuesto a invertir en ella. Si alguien nos está leyendo y quiere hacerla realidad, aquí estoy.

Finalmente, ¿qué significa para ti haber escrito tu primera novela?

“Fue como un salto a otro mundo, un descubrimiento. Hacer cine y televisión me encanta, y lo seguiré haciendo, pero escribir una novela es adictivo. Como probar un postre delicioso y querer más. Ya estoy pensando en lo próximo.

Silvia Pasternac envía en su texto un mensaje de resiliencia y amor propio, en un mundo que sigue repitiendo sus errores, pero donde siempre hay espacio para construir islas de resistencia y esperanza.

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