El comercio informal en el Estado de México ha registrado un crecimiento sostenido desde el fin de la emergencia sanitaria por COVID-19. De acuerdo con estimaciones recientes, al menos uno de cada tres mexiquenses que trabajan lo hace en condiciones informales.
Este fenómeno se ha intensificado en municipios con alta densidad poblacional como Ecatepec, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla y Toluca, donde la falta de empleo formal ha llevado a miles de personas a instalar puestos ambulantes o trabajar sin seguridad social.
Informalidad es una tendencia estructural
De acuerdo con la economista Karla Benítez Herrera, especializada en áreas de desarrollo social, el crecimiento de la informalidad no es solo una respuesta inmediata a la falta de empleo, sino una tendencia estructural que se agudizó en los últimos años.
“La tasa de informalidad en el Estado de México ronda el 57%, eso significa que más de 4 millones de personas laboran sin acceso a servicios médicos, sin cotizar para una pensión y fuera del marco legal. Tras la pandemia, muchas personas encontraron en el comercio informal su única fuente de ingreso, el reto ahora es cómo integrarlos sin afectarlos económicamente ni frenar la dinámica que sostiene a muchas colonias populares”, señaló.
El fenómeno es visible en los centros de las ciudades
Benítez señaló que uno de los focos más visibles de este fenómeno se encuentra en los centros de las principales ciudades mexiquenses.
“En zonas como el centro de Ecatepec, el mercado de San Cristóbal o la avenida López Portillo, el número de puestos informales creció alrededor de 12% entre 2022 y 2024. En Toluca, la presencia de vendedores ambulantes en la Terminal y alrededores del centro histórico ha aumentado de forma constante. Estos espacios, aunque desordenados, son clave para el consumo diario de miles de personas que no pueden pagar precios de supermercados”, dijo.
La especialista también advirtió que la presencia de la economía informal tiene implicaciones importantes para la recaudación fiscal y la cobertura de derechos sociales.
“El comercio informal no paga impuestos, no contribuye al IMSS ni al Infonavit. Eso limita la capacidad del estado para invertir en servicios básicos. A largo plazo, también significa que millones de personas en el Edomex envejecerán sin una pensión. El crecimiento económico debe incluir estrategias para regularizar sin criminalizar”, apuntó.
Autoridades han intentado ordenar la actividad
Aunque algunos municipios han intentado ordenar la actividad informal, no existen políticas estatales unificadas para atender esta realidad. Según Benítez Herrera, es necesario un enfoque integral.
“Lo que se necesita no es solo reubicarlos o reprimirlos, sino diseñar programas que reconozcan su función económica y ofrezcan esquemas graduales de formalización. Eso incluye acceso a créditos, capacitación y protección social. Solo así podremos reducir la informalidad sin poner en riesgo el sustento de millones de personas”, concluyó.
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TAR