Valle de Bravo: Van por saneamiento de presa con lirio acuático

Con la crisis hídrica, en la presa Miguel Alemán en Valle de Bravo, se ha exhibido su alto nivel de contaminación, aunque este escenario se buscará revertir con lirio acuático, programa de limpieza único a nivel nacional.

Van por saneamiento de presa de Valle de Bravo con lirio acuático

Hasta la semana pasada, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) reportó que dicho vaso había caído en su capacidad hasta el 28 por ciento, con apenas 113 millones de metros cúbicos de agua, y con ello la que menor nivel tenía respecto a El Bosque y Villa Victoria.

En un recorrido por la zona, el olor a aguas negras ya es muy perceptible e incluso ya genera picazón en la piel. El suelo esta erosionado al retroceder decenas de metros el agua, por lo que se han hecho visibles los desagües, y entre estos merodean patos en busca de agua y comida.

A lo largo de la presa Miguel Alemán se estima que podrían existir al menos 100 puntos de descarga de aguas negras.

En dicho contexto, el especialista en materia hídrica, Eduardo Caballero lidera el proyecto de limpieza del cuerpo de agua, mismo que comenzará en septiembre.

El mismo prevé la instalación de lirios acuáticos en celdas en forma de colmenas que se colocarán en los puntos más contaminados con resultados a dos años e integrales a siete años y que permitirá reducir los costos de reactivos para el tratamiento del vital liquido.

Para evitar que la planta crezca de forma descontrolada en la presa, se colocará en celdas armadas con tecnología en forma de panal que permitirán el rápido desarrollo de la planta para que hagan la limpieza del agua.

Tecnología

En entrevista, explicó que para la limpieza del agua se pensó en tecnología basada en la naturaleza, pues el lirio acuático emite alelopáticos los cuales atacan a ciertas especies de cianobacterias y también coliformes fecales que se tienen detectados hoy en el lago.

Los puntos en donde se colocarán las celdas son el brazo noreste, que abarca la parte de San Gaspar, el Santuario, sección que es la zona más contaminada debido al afluente de los ríos Tizates y Amanalco, los que aportan más cantidad de nutrientes al lago. 

Con la tecnología natural, la presa podrá limpiarse en cinco o siete años, y los cambios importantes se verán de dos a tres años. Además la tecnología de celdas semiabierta tiene una durabilidad de 15 años.

El proyecto no solo está pensado para colocarse en la presa de Valle de Bravo, sino posteriormente en todo el Cutzamala para volverla una cuenca modelo por la limpieza del agua. Y también se espera que el programa se replique en otras cuencas del país.

Una vez que comience a limpiarse el vital líquido, se espera que se gaste menos en la limpieza de las aguas en las plantas de tratamiento, lo que beneficiará.