Viajes que sólo requieren cien pasos

Tuve la oportunidad de ver una película maravillosa de factura americana, pero sin olor a “gringadera”, realizada en 2014, dirigida por Lasse Hallström y con un guión escrito por Steven Knight con la adaptación de la novela del mismo nombre “The One Hundred Foot Journey” que en español sería algo así como El Viaje de los Cien Pasos. Confieso que de primera intención, me sonó a clínica de recuperación de adicciones y con el terror de encontrar la palabra “Ánimo” al iniciar su reproducción fui muy cautelosa, al descubrir la presencia de Helen Mirren, de inmediato habla de un producto de gran calidad, pero además se encuentran Om Puri, Manish Dayal y Charlotte Le Bon. 

La premisa es en apariencia sencilla, la lucha entre dos restaurantes en una pequeña ciudad francesa; uno de ellos operado por una familia India de reciente ingreso en Francia, y el otro un restaurante galardonado con una estrella Michelín, lo cual implica el mantenimiento de su calidad y su lucha por conseguir una segunda o tercera estrella.

La familia Kadam tiene un restaurante en tierras de Mumbai, y su segundo hijo llamado Hassan estaba siendo entrenado para reemplazar a su madre en la cocina del restaurante familiar, cuando un disturbio inicia con motivo de las elecciones, – ¡qué cosa más rara! ¿No? En nuestros países “civilizados” esas cosas no suceden – como resultado del desorden que esto provoca, el padre, Papa Kadam y el resto de la familia evacuan a los comensales, pero la madre es asesinada. De esta forma la familia Kadam decide abandonar Mumbay a la búsqueda de un lugar “mejor” para vivir asentándose en Londres, en donde encuentran que los ingredientes para preparar comida no tienen alma, ni sabor, ni nada y hartos de vivir con ese “terrible” clima deciden abandonar la isla y buscar tierra firme y mejores condiciones en cualquier otro país de Europa.

Tan pronto entran en Francia, los frenos de la vagoneta del patriarca fallan cerca de Saint- Antonin-Noble-Val muy cerca de los Pirineos y ahí, Marguerite, una ayudante de chef, en un restaurante de alta cocina llamado el Sauce Llorón, les presta ayuda y refugio además de ofrecerles comida deliciosa, lo que hace que Papa Kadam decida que ese es el lugar donde deben quedarse y abrir su negocio.

La suerte les favorece al encontrar el espacio perfecto en un restaurante abandonado al cruzar la calle del Sauce Llorón a cien pasos. Ahí Madame Mallory interpretada magistralmente por Helen Mirren les hace la vida miserable y les pide que se vayan, con todas las tretas imaginables, desde pedir el menú para saber que cocinarán y comprar todos los ingredientes que ellos podrían necesitar para hacer su labor imposible.

Así comienza una “guerra fría” entre Papa y Mallory, en la cual Hassan demuestra su humildad cocinando para la terrible Mallory, quien en un desplante de soberbia tira su comida a la basura tras probar un bocado y terminar petrificada al descubrir que el chef indio tiene lo que se requiere para conseguir estrellas Michelín y más aún. 

La guerra no cesa, hasta que en un arranque de terrible vandalismo Jean-Pierre el chef del Sauce Llorón incendia el nuevo restaurante de la familia Kadam y Hassan termina con las manos quemadas.

Mallory despide a su chef, se da cuenta de lo estúpido de su comportamiento y demuestra su humildad limpiando las paredes que fueron grafiteadas por Jean Pierre y sus amigos con la leyenda “Francia para los Franceses”-frase terrible que se utiliza para discriminar a los inmigrantes que llegan todos los años tanto de África, como de Asia-Hassan ofrece a Mallory preparar un omelette para ella con su propia receta y ella reconoce su potencial invitándolo a trabajar para ella.

A partir de esta invitación, muchas otras cosas sucederán que no permiten en ningún momento que el espectador despegue la mirada de la pantalla.

Razones incuestionables como los valores, el respeto, la familia, el amor, la responsabilidad, las raíces y más son puestas a prueba para descubrir que no hay nada como el hogar y que la vida es mejor en donde se encuentran aquellos que nos dan fuerzas para despertar cada día. Una gran opción para una tarde con la familia.

Nos leemos la próxima semana. Mientras tanto ¡¡¡A VOTAR!!!

Los derechos vienen con obligaciones, toca cumplir.

@PalomaCuevasR

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