¿El VIH es lo mismo que el SIDA? El VIH no es una sentencia de muerte

En entrevista con Alfredo Olea

Alfredo Olea es psicólogo por parte de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, está especializado en atención con perspectiva de género, diversidad y derechos humanos. Es activista en pro del reconocimiento y respeto de los derechos de la comunidad LGBT+ así como de las personas que viven con VIH. 

¿Qué consideras que es lo primero que se debe saber sobre el VIH?

En primer lugar considero importante mencionar que en la actualidad entendemos al VIH como una infección que si no es tratada correctamente puede derivar en una enfermedad crónica; en cambio, si existe un correcto diagnóstico y tratamiento, hoy en día se cuentan con opciones que pueden otorgar una mejor calidad de vida en las personas que viven con VIH.

¿Por qué se habla de lucha contra el SIDA y no contra el VIH?

Cuando hablamos de lucha contra el Sida es porque lo que se busca es combatir todas las situaciones que puedan desencadenar que una persona que adquirió la infección llegue a desarrollar la enfermedad crónica que se conoce como sida, la cual ocurre cuando hay un descenso en la cantidad de células del sistema inmunológico que permiten la entrada de infecciones oportunistas que ponen en riesgo mortal a la persona. 

Para comprender mejor la diferencia te propongo una analogía, piensa en el término del virus del papiloma humano (VPH) y su relación con el cáncer. Cuando a una persona se le diagnostica VPH no pensamos necesariamente que tenga cáncer aunque este virus pueda ser un precursor de ello. Lo mismo ocurre con el VIH y el sida. La infección por VIH puede controlarse para que no se desarrolle el SIDA, lo mismo que el VPH puede controlarse para que no desarrolle cáncer. 

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¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta la sociedad mexicana a raíz del desabasto de medicamentos?

Debemos tener en cuenta que el desabasto de medicamentos continúa en muchos sectores, por lo que el sistema de salud debe volverse más eficiente no únicamente para la atención de VIH sino en un sentido general para todos los padecimientos. 

Los principales retos son, en primer lugar la habilitación de espacios con recursos suficientes y en segundo pero igualmente importante es la capacitación del personal de atención especializada que cuente con una perspectiva empática y humana, desde los especialistas hasta los trabajadores sociales. 

¿Cuál es la diferencia entre PEP y PrEP?

Para comprender la diferencia entre estos conceptos, es importante primero entender que un tratamiento antirretroviral (TARV), es un medicamento que está diseñado a partir de tres o cuatro sustancias para reforzar o recubrir las células del sistema inmune con el objetivo de que el virus no tenga oportunidad de replicarse en otras células. 

Ahora bien, el PEP y la PrEP son estrategias de prevención de la infección. El PrEP es un tratamiento pre-exposición. Se toma antes de estar en una situación de riesgo como algún laboratorio de toma de sangre. A través de la estrategia PrEP, se toma el medicamento antirretroviral para evitar un contagio por VIH, por lo que, incluso al entrar en contacto con un material infectado, el virus no puede reproducirse porque las células ya se encuentran protegidas, mientras que la PEP refiere al tratamiento post exposición, es decir, se toma posterior a la situación de riesgo, dentro de las primeras 72 horas de la exposición. 

Si se entra en contacto con alguna aguja o material infectado con VIH y se accede a la PEP dentro de las primeras 72 horas posteriores al contagio, está demostrado que las células alcanzan a protegerse del esparcimiento del virus, lo cual protege al sistema inmune y evita la infección por VIH.  

¿Cómo consideras que debe ser una estrategia efectiva sobre la concientización y atención del VIH?

Se tiene que pensar en combatir principalmente la desinformación, a través de la difusión de información de manera gentil y digerible para todo público.

Michel Foucault decía que el poder no se tiene, el poder se ejerce, lo mismo pasa con la información, debemos ejercer la información para que sea efectiva. Si se lleva a espacios de trabajo, escuelas, hospitales, etc. una serie de campañas que hablen sobre el virus más allá del tabú. Se debe hacer énfasis en que hoy en día existen alternativas de tratamiento que funcionan en dos vías, desde prevenir el contagio de este virus, hasta disminuir el riesgo de las personas que ya viven con él. 

¿Qué mensaje quisieras compartirle a las personas que recientemente se enteraron de que son portadoras del virus?

Lo primero que les digo es que sé que es un momento complicado pero el mundo no se termina aquí, ni tu vida, al contrario, a partir de este momento vas a tomar conciencia de la vida de una manera distinta. Desde ahora vas a decidir si quieres o no tomar el tratamiento. Puedes tomar responsabilidad de tu salud en el momento y la forma que tú quieras. 

Yo conozco a muchas personas que viven con este virus y han podido formar una familia, tener éxito laboral, ser deportistas de alto rendimiento. También conozco a personas que están en medios masivos de comunicación y que llevan su diagnóstico en el anonimato porque tampoco están obligados a compartirlo si no lo desean. Más que una sentencia, es una oportunidad de tomar conciencia sobre ti como persona en todos los aspectos para entender al mundo de una forma distinta