Arte otomí: simbolismo en cada puntada

Arte otomí: simbolismo en cada puntada

El bordado otomí es una manera de conectar con sus raíces, expresar la identidad otomí; no sol oes tradición, es resistencia.

Brian Prado
Febrero 23, 2025

En Temoaya, el arte otomí se transmite de generación en generación a través del bordado, donde cada figura y color tiene un significado dentro de la cosmovisión de la comunidad. Para los artesanos, estas piezas no solo representan una tradición, sino una forma de comunicación que mantiene vivo el conocimiento ancestral.

Teresa González, artesana de bordados tradicionales, explicó la importancia de los símbolos en su trabajo, detallando que; más que adornos, son piezas que narran la historia y cultura del pueblo originario.

“Cada bordado cuenta una historia, no es solo adornar la tela. Cuando bordamos flores, por ejemplo, estamos hablando de la vida, de la naturaleza que nos da sustento.

Si ponemos grecas o líneas enredadas, eso significa el camino que seguimos en la vida, con sus altos y bajos. Nosotros no solo cosemos hilos, estamos dejando un mensaje, algo que nuestros abuelos nos enseñaron y que queremos que nuestros hijos sigan aprendiendo”, comentó.

Relación de colores y significados en la cultura otomí

Asimismo, destacó la relación entre los colores y los significados dentro de la cultura otomí.

“El rojo es muy importante porque representa la sangre, la energía de la vida. El azul es el cielo y el agua, lo que nos da tranquilidad. El verde es la tierra, el maíz, todo lo que nos alimenta.

No bordamos los colores nomás porque sí, cada uno tiene su razón de ser y lo usamos para expresar lo que sentimos, lo que queremos pedirle a la naturaleza o a los dioses”, explicó.

El bordado también es una manera de conectar con sus raíces y expresar la identidad otomí.

“Nosotras aprendemos desde chiquitas a hacer estos bordados porque es parte de lo que somos. Cuando yo bordo, siento que estoy hablando con mis abuelas, con las que ya no están, pero que nos dejaron esta forma de ver el mundo.

Hay patrones que son de protección, otros que son para la abundancia, y cuando alguien usa nuestras prendas, está llevando un pedazo de nuestra historia con ellos”, señaló.

Arte otomí no solo es tradición

Finalmente, resaltó que el arte otomí no solo es tradición, sino una manera de resistencia y orgullo.

“Antes, mucha gente no valoraba lo que hacemos, pero ahora sabemos que nuestro trabajo es único. No es solo una prenda bonita, sino que damos a conocer algo. Cada puntada tiene un significado y es algo que, cuando vendemos nuestras piezas, también queremos que la gente entienda”, concluyó.

El arte del bordado otomí en Temoaya sigue vigente gracias a la labor de sus artesanos, quienes ven en cada puntada un testimonio de su cosmovisión y un legado para las futuras generaciones.

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