De compañeras Presidentas…

Mañana terminará oficialmente la pausa reflexiva, llamada veda en el territorio nacional de los Estados Unidos Mexicanos, – el verdadero nombre de nuestro país, México pa’ los cuates- cuyo proceso electoral marcará el inminente éxodo de más de 93 millones de personas que deberán tomar la decisión – si es que aún no lo hacen, – de quién estará a cargo de conducir los destinos de más de 120 millones de mexicanos en una jornada electoral que se antoja reñida y de cuyo resultado seguramente emergerá la primera presidenta en este país.

De ahí derivan varios temas fundamentales:

El primero de todos, convocar en las casillas las voluntades de más de 90 millones de personas, incluyendo la votación en el extranjero y en los centros de reclusión, cuando históricamente si acaso se ha alcanzado el 60% de los votos y un aplastante 40 % de abstencionismo.

En las tres elecciones que han llevado a las transiciones electorales se ha obtenido una votación apenas superior al 60% del padrón electoral, la única ocasión en que se ha contado con el 77% de la votación fue en la tristemente célebre por el asesinato del candidato Luis Donaldo Colosio Murrieta.

¿Qué cuál es el resto de los retos? ¡Ámonos recio! Desde el tema de seguridad, que incide de manera directamente proporcional en la sensación de bienestar y en los índices de felicidad, así como de manera somatizada en temas de salud tales como depresión, ansiedad, etc, pasando por temas de garantizar la salud a la población, el acceso a la vivienda digna, a un trabajo con una remuneración justa, el acceso a la educación, al sano esparcimiento, a una vida libre de violencias y un muy largo etcétera que parece carta a Santa Claus, con  la cantidad de cuestiones que hay pendientes en una agenda que desde el inicio de aquella memorable guerra de revolución iniciada por unos cuantos en 1910 y que se convirtió en la Primera Revolución Social del mundo, han soñado con que los mexicanos podamos vivir en este cuerno de la abundancia que es nuestro país con las condiciones adecuadas para lograr el desarrollo integral de sus más de 128 millones de habitantes.

Y es que durante sexenios que se convirtieron en décadas, hemos tenido noticia de malos manejos que han provocado la desconfianza y suspicacia del electorado, lo cual provoca un alejamiento entre algunos actores políticos y el electorado.

No está de más mencionar también la falta de propuestas en ámbitos tan fundamentales como la ciencia, la tecnología, la educación y la cultura, ámbitos que se han descuidado históricamente y el olvido en que muchos de los grupos políticos han sumido a las juventudes que han tomado en muchas ocasiones una posición declaradamente apática ante todo lo que huela a política.

Retos en materia económica tales como el crecimiento, que prospectado requiere ser de al menos un 4.5%, del Producto Interno Bruto año con año, para garantizar el bienestar de la población, así como una mejor relación entre PIB y carga de impuestos y la urgencia del trabajo en el crecimiento económico y la atracción de inversión extranjera.

Otro de los rubros que requieren atención inmediata es la lucha contra el cambio climático y la pertinencia de revisar la gestión de los recursos naturales, así como el control de la crisis hídrica.

Enfatizar la importancia de promover las carreras relacionadas con manufactura de productos  y servicios. Al mismo tiempo urge promover la inclusión laboral del talento femenino en el mercado laboral.

No está de más mencionar la urgencia de que el estado y quien resulte responsable – electo/electa – deberá generar una estrategia efectiva en la lucha contra la criminalidad que desaliente la comisión de delitos y por supuesto que exija al orden de gobierno correspondiente dar los resultados que la población merece. Lograr que desciendan los índices de impunidad, sería algo verdaderamente deseable, ya que es escandaloso que en México de cada 100 delitos cometidos, sólo se denuncian 6.4 y que de cada 100 delitos denunciados únicamente se resuelvan 14, dando un índice de impunidad que menoscaba por completo la confianza en las instituciones y su actuar.

Garantizar la posibilidad de ser autónomos en cuanto a la producción de los cultivos que el país requiere para sobrevivir, ya que desde hace muchos años hemos estado importando granos tales como maíz, frijol, etc.

Los anteriores son solamente algunos de los retos que implica de por sí ser presidente de una nación, que cuenta con una posición geográfica estratégica en el mundo y que al mismo tiempo es territorio de paso para migrantes del sur hacia el norte, en busca del cada vez menos promisorio sueño americano, pero si como se espera existe un 66.66% de probabilidades de contar con una Presidenta por default y si acudimos a las encuestas un 89% de probabilidades se sumarán las miradas de las mujeres y la agenda Feminista con Perspectiva de Género como resultado de una deuda histórica cuya resolución aún se ve muy lejana.

En cuanto a ello, la publicación del libro Presidenta: Más de 100 mujeres te escriben, compilado por la periodista y conductora Yuriria Sierra, en donde 112 mujeres científicas, escritoras, cineastas, artistas,  cantantes, empresarias y por supuesto activistas suman sus voces, desde sus trincheras para decirle a la próxima primera mujer que gobernará este país lo que esperan de ella. Y aunque probablemente esté de más, no puedo evitar decir con esperanza que ojalá no nos defraude, este es un momento histórico que esperamos sea memorable para todas aquellas que desde hace más de 200 años cuando México nació a la libertad, no se atrevían siquiera a soñar con un momento como este, y para todas las que hemos venido después y que no solo lo soñamos, sino lo exigimos como una garantía de participación política en igualdad de condiciones.

Por si no quedara claro, la activista, docente y cantautora Vivir Quintana, lanzó el día de ayer la canción Compañera Presidenta, que aparece en YouTube (https://www.youtube.com/watch?v=mvebxXUQ3_A), posterior a la carta que envía a ambas candidatas invitándolas a ser Presidenta, pero sobre todo compañera, con un claro simbolismo que exige horizontalidad y sororidad. Ya nos encontraremos después de 2 de junio y la compañera Presidenta tendrá nombre y apellido…