El Tri, más que unión de voces, de generaciones

El Tri en el Festival Quimera Metepec / Foto: Especial

El Tri, más que unión de voces, de generaciones

Alex Lora y El Tri subieron al escenario en punto de las 9 de la noche en la Plaza Juárez; no solo unió voces, sino generaciones.

Tania Albino Reyes
Octubre 19, 2025

Ingresar a Plaza Juárez resultó un desafío, entre lluvia y las figuras con impermeables gris y rosa parecía cada vez más difícil, todos buscaban el mejor lugar, llegar al escenario y poder apreciar a la banda en todo su esplendor.

Las sombrillas tampoco faltaron, quienes entre rechiflas tuvieron que ser cerradas para permitir la visión.

Poco a poco los ánimos se impacientaban, la cuenta del minuto a minuto para que El Tri de México saliera al escenario parecía eterno.

El equipo de audio para amenizar la espera, ponía uno tras otro los éxitos de Molotov, los cuales calentaban aún más los ánimos, pues todas las letras eran coreadas.

En punto de las 9 de la noche Alex Lora y El Tri subieron al escenario, esa voz característica y rasposa encendió a chicos y grandes.

Y sin pensarlo, Alex Lora unió las voces en Metepec para interpretar no solo rock, sino el tradicional Himno Nacional Mexicano, dónde las clases de primaria y el rock se unieron por unos minutos.

Entre rechiflas y mentadas transcurrieron éxito tras éxito “Nostalgia”, “Todo me sale mal”, “Chinguen a su madre”, entre otros.

La lluvia cedió y permitió a los asistentes disfrutar aún más, una pareja de adultos mayores también buscaban el mejor lugar, la emoción de él era notable, sus ojos, su sonrisa lo delataba, el ver a su esposa con esa complicidad de “lo logré” era visible. Su esposa sacrificó su lugar para cedérselo y pudiera apreciar aún más el concierto. A su lado, una nueva generación, una pequeña de solo dos años brincaba y bailaba en los brazos de su madre, emocionándose en cada canción que conocía, ella no sabía de la labor titánica de su madre por mantener un espacio vital, pero no importó al ver a su hija feliz ella también brincaba y coreaba.

A mitad de concierto un grupo de jóvenes hizo presente, entre el olor a cerveza y ese humo que alentiza, entre brinco y brinco, empujaban a la gente y les permitía avanzar centímetro a centímetro.

La voz de Alex Lora finalizó con “Piedras Rodantes”, agradeciendo a la gente de Metepec.

Abordó una camioneta blanca, desde la cual seguía diciendo al micrófono ¡Que viva el rockanrol! Abrió su ventana y con una mano seguía despidiéndose, hasta que la distancia hizo lo inevitable y tanto la gente como Alex, dijeron adiós.

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MPH

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