Individualmente, somos una gota, Juntas, formamos el océano…

Con Singular Alegría

Dijo Sócrates escolástico: “Había una mujer en Alejandría que se llamaba Hypatia, hija del filósofo Teón, que logró tales conocimientos en literatura y ciencia que sobrepasó en mucho a todos los filósofos de su propio tiempo. Habiendo asistido a la escuela de Platón y Plotino, explicaba los principios de la filosofía a sus oyentes, muchos de los cuales venían de lejos para recibir su instrucción. Consiguió tal grado de cultura que superó de largo a todos los filósofos contemporáneos. Heredera de la escuela neoplatónica de Plotino, explicaba todas las ciencias filosóficas a quien lo deseara. Con este motivo, quien quería pensar filosóficamente, iba desde cualquier lugar hasta donde ella se encontraba”.

Hypatia de Alejandría es considerada por muchos la primera mujer científica de la historia. En un tiempo en el que las mujeres no tenían acceso al saber, Hypatia abrió camino en la ciencia y además de ser reconocida. Para ello, tuvo que renunciar al matrimonio y a su faceta más femenina.

Nació en Alejandría, alrededor del año 370 d.C. Con el tiempo se convertiría en una mujer brillante y de gran belleza. Es la primera mujer dedicada a la ciencia, cuya vida está bien documentada.

La novelista Ursule Molinaro escribió “A Christian Martyr in Reverse – Hypatia: 370-415 A.C”, mezclando realidad y ficción. En el artículo “Hypatia” es considerada una mujer sin contención sexual, amante de Orestes.  Es, precisamente, esta conducta desinhibida la que lleva al envidioso y reprimido Cirilo a ordenar su asesinato. 

Molinaro afirma que su muerte significó el fin de una época en que todavía se valoraba a las mujeres por su inteligencia, que el cristianismo limitó la libertad de pensamiento e impuso a las mujeres un modelo de conducta “basado en la sumisión y desprovisto de placer”. 

Aunque no se cuenta con datos sobre la madre de Hypatia,se sabe que el padre fue filósofo y matemático Teón de Alejandría, quien siempre vigiló muy de cerca su educación. , además de desear que su hija fuera «un ser humano perfecto».

 Hypatia tenía una educación científica muy completa; aunque también se dedicaba exhaustivamente al cuidado de su cuerpo. Realizaba todos los días una rutina física que le mantenía saludable, así como una mente activa.

Contrastante a la mayoría de las mujeres de su época, a quienes no se les permitía el acceso al conocimiento, ni a la educación y se ocupaban sólo a las «tareas femeninas». Pese a su gran belleza, Hypatia rechazó casarse, para dedicarse íntegramente a cultivar su mente.

La escritora Marie Dzielska apunta que, incluso si el crimen sucedió a sus espaldas, Cirilo debe ser considerado responsable en gran medida “pues no hay ninguna duda de que fue uno de los instigadores principales de la campaña de difamación contra Hypatia, fomentando el prejuicio y la animosidad contra la filósofa y suscitando miedo sobre las consecuencias de sus presuntos hechizos de magia negra sobre el prefecto, los fieles de la comunidad cristiana y de hecho, la ciudad en su conjunto”, independientemente, si se considera la muerte de Hypatia un “éxito de Cirilo”.

No obstante, el teólogo católico Johannes Quasten afirma que no parece que existan pruebas de que él tuviera parte en tan horrendo crimen”. 

¡Qué extraño!

 Hypatia, nacida en Grecia en 370, convulsionó al mundo de las matemáticas y astronomía, filosofía, música, pintura. 

Será para siempre un ícono de sabiduría.

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