La noche que Annellies desapareció

Foto: Especial

La noche que Annellies desapareció

Una novela que rescata la humanidad detrás del mito. Más allá de una novela, el recordatorio de que hay historias que merecían contarse de otra forma.

Angélica Ruiz
Octubre 5, 2025

En La noche que Annellies desapareció (Texere Editores), Horacio Danel se atreve a algo que muy pocos han intentado: despojar a Ana Frank del símbolo para devolverle el cuerpo, la voz, los miedos y la piel de adolescente. Y lo logra con una historia que, sin negar la tragedia, la convierte en una ficción íntima, poética y profundamente humana. 

Esta ópera prima se atreve a reimaginar lo que nunca sabremos, pero que todos intuimos: que detrás del ícono hay una niña que también quiso escapar, no solo del encierro, sino del destino impuesto por una guerra que le robó hasta el derecho a ser olvidada.

La historia inicia cuando Annellies —nombre que Horacio rescata como un eco original de Annelies Marie Frank— decide abandonar el escondite donde sobrevive con su familia. 

Postrimerías de la Segunda Guerra Mundial

La huida no es hacia la libertad, sino hacia otra forma de encierro: la ciudad de Ámsterdam en ruinas, donde las lealtades son tan frágiles como los muros derruidos, y los recuerdos pesan más que la pólvora.

Horacio Danel se sumerge en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial para entregar una narración que cruza arte, memoria y resistencia íntima.

La casona Rembrandt, un edificio con obras olvidadas, bestias disecadas y secretos empolvados, es uno de los escenarios centrales donde el personaje de Buitre —un guardia atormentado por su pasado y sus culpas— transita en paralelo a Annellies. 

El diario de Ana Frank

Sus caminos se cruzan sin encontrarse del todo, pero su vínculo tácito es una bicicleta Gazelle que recorre las calles en silencio, como una metáfora de lo que aún puede moverse en un mundo paralizado por el horror.

“El diario de Ana Frank nos muestra una versión editada, incluso curada por su padre, Otto Frank. Pero yo quise imaginar a la escritora más allá de las páginas que conocemos, como una joven con una necesidad vital de expresión y un encuentro profundo con el arte”, confiesa el autor. 

Esta convicción se palpa en cada página. En la novela, Annellies establece un vínculo insólito con una pintura de Rembrandt. Ese cruce —ficticio, sí, pero históricamente plausible— se convierte en una vía para humanizarla fuera del mito y enraizarla en la sensibilidad de una generación robada.

Danel no elude el debate sobre la traición que condujo a la captura de la familia Frank. Pero en lugar de explotar el morbo, lo subvierte.

“No es importante saber quién traicionó a Ana. Lo relevante es qué nos dice su historia hoy, qué mensaje le deja al mundo. El poder, cuando se ejerce sin ética, oprime a las infancias. Y eso sigue sucediendo”, explica.

En su proceso creativo, el autor fue minucioso con la geografía, los archivos históricos y los posibles itinerarios de Annellies en un Ámsterdam aún palpitante de amenazas. Su inspiración fue tanto emocional como rigurosa.

“Escribo desde los seis años, pero esta novela fue un acto de catarsis. Una forma de responder a lo que nos quita la historia oficial y de devolverles voz a quienes ya no la tienen”.

La noche que Annellies desapareció se alza como debut literario poderoso

El resultado es una novela que interpela no solo al lector aficionado a la ficción histórica, sino a quienes buscan una literatura que dialogue con el arte, la niñez, la escritura como refugio y la esperanza como resistencia.

 “Annellies pudo haber sido cualquier niña en cualquier guerra. Es símbolo, sí, pero ante todo, fue humana”, dice el autor, y esa es quizá la mayor virtud de su libro: que nos recuerda que detrás de cada nombre hay una vida que merecía contarse de otra forma.

En palabras de Horacio Danel, “hay que refrescar la imagen de Ana Frank, rescatarla de los discursos institucionales y escucharla como lo que fue: una niña que escribió para sobrevivir y dejó una luz encendida para quienes vienen detrás”.

La novela ya ha comenzado su recorrido con presentaciones previstas en Zacatecas y en el Palacio de Minería, y Danel adelanta que ya trabaja en una segunda obra centrada también en la niñez como territorio de resistencia. 

Mientras tanto, La noche que Annellies desapareció se alza como un debut literario poderoso, valiente y necesario.

TE SUGERIMOS:

¡La Jornada Estado de México ya está en WhatsApp!Sigue nuestro CANAL y entérate de la información más importante del día.

TAR

UAEM2