La presión de las pensiones
Sin Titubeos
Como silencioso jinete de un moderno apocalipsis, el tema del pago de pensiones avanza de manera inexorable por todo el mundo. No sólo siembra confusión, sino terror entre los gobiernos y desesperanza entre la población que en este momento disfruta de una pensión, pero más de quienes buscaban vivir una vejez sin sobresaltos económicos. Pero la pirámide poblacional se ha invertido y se ha convertido en una amenaza para la estabilidad mundial.
Apenas hace unos días, durante tres jornadas, Francia se vio convulsionada por una gigantesca manifestación en donde miles de personas exigieron al gobierno que suspenda sus planes de reforma de las pensiones, entre ellas el aumento de la edad de la jubilación de 62 a 64 años. El gobierno se defiende alegando que el gasto en pensiones en 2023 equivaldría a 14.7 por ciento del producto interno bruto.
Economistas del país europeo consideran acertado aumentar la edad mínima de jubilación, porque, en 1950, cuatro trabajadores financiaban a un pensionado, pero en 2000 eran sólo dos y en 2040 serán 1.3 algo que será insostenible.
En 2016, jubilados de Grecia salieron a las calles de Atenas en protesta por nuevos ejes rectores en las pensiones impuestos por el gobierno de izquierda, dentro de un paquete de medidas de austeridad recetado por los prestamistas internacionales. En este marco, grupos anarquistas se enfrentaron a las fuerzas del orden durante varios días.
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Todo esto se lo platico porque el director del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios, ISSEMYM, José Arturo Lozano Enríquez, llamó la atención de los legisladores mexiquenses sobre la situación financiera del organismo, que en este momento está apretada, pero solvente, aunque con sombras de inestabilidad financiera, precisamente por el tema de las pensiones.
En 2016, dijo Lozano Enríquez, había 55 mil pensionados y pensionistas, al cierre de 2022 esa cifra había aumentado a más de 74 mil personas y este año crecerá mucho más. Para que nos demos una idea de lo que representa ese número de jubilados, el ISSEMYM tiene contemplado gastar este 2023 un promedio de 101 millones de pesos diarios, para un total de 37 mil millones de pesos durante el año. El 98 por ciento de ese presupuesto estará destinado al pago de las pensiones y a gastos de salud.
Hay un dato que es interesante, el ISSEMYM tiene registrados a 379 mil 862 servidores públicos y a 375 mil dependientes, lo que significa que hay un subregistro de derechohabientes, muchas personas que por alguna razón no se han registrado como dependientes y que cuando viene una emergencia quieren que se les atienda de inmediato. Así somos los mexicanos, todo al vapor y al último minuto. La cifra real de derechohabientes debe andar por el millón 200 mil personas, es decir, el doble.
Durante una reunión con legisladores integrantes de las Comisiones unidas de Planeación y Gasto Público y Finanzas Públicas, el titular del ISSEMYM se refirió al dramatismo de que atienden un promedio de 46 mil personas por día en sus 115 unidades médicas y cada dos horas nace un bebé en sus instalaciones.
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Volvemos al caso de Francia y al tema de que en 1950 cuatro trabajadores financiaban a un pensionado; en el caso del Estado de México en 1970, 18 trabajadores mantenían a un pensionado y esa cifra disminuyó a sólo 5, pero además hay casos de personas que han cobrado una pensión por espacio de 61 años y 13 mil 636 lo han hecho durante 20 años y eso es bueno porque refleja que la esperanza de vida ha aumentado, pero con ello también las enfermedades crónico-degenerativas que son muy costosas.
Estas son sólo algunas cifras de un problema que puede ser muy serio dentro de pocos años. Por eso es imprescindible que los legisladores locales se pongan las pilas, analicen a fondo la situación y elaboren una nueva Ley de Seguridad Social que le dé viabilidad financiera al Instituto, de lo contrario, el destino le alcanzará muy pronto.