Leona Vicario (Primera parte)

Leona Vicario (Primera parte)

Con Singular Alegría

Gilda Montaño Humphrey
Abril 14, 2025

Tantas mujeres maravillosas de las que les podría platicar. Inteligentes, fuertes, sensatas, llenas de brillo, que han pasado desde hace miles de años, por la vida. Muchas han trabajado por todas. Muchas han hecho historia. Aquí en el Estado de México, baste nombrar a Sor Juana Inés de la Cruz, a Leona Vicario, a Laura Méndez de Cuenca, a Remedios Albertina Ezeta, a Yolanda Sentíes Echeverría, Laura Pavón Jaramillo… Y las que, desde hace un buen rato, ya existen y han abierto camino. Son muchas y han hecho maravillas en esta República Mexicana. Y también en nuestro estado.

Hoy, de sopetón y sin previo aviso, decidió Maricarmen Aguilar Franco, a quien se le ocurrió hacer un evento de los diez años de la creación de su Colectivo Nacional de Sororidad, Leona Vicario, madre de la Patria, invitarme a ser —imagínese usted— la representante de muchas, pero muchas asociaciones de grandes mujeres mexicanas, en este 10 de abril, día del nacimiento de esta gran mujer mexicana.

Busqué entre los toluqueños, quiénes habían escrito algo de ella y me encontré con Gabriel Ezeta Moll, con José Martínez Pichardo. De repente recordé el libro que me regaló Yolanda Sentíes Echeverría, en donde le hacía una entrevista en estos tiempos a esta titana. Además del de Celia del Palacio.

Gabriel Ezeta Moll desenfundó una petición asombrosa que se hizo el siglo pasado, en 1830. Dice así:

“Esto es señor, la mujer ilustre y verdaderamente heroica, en cuyo honor nos interesamos las vecinas de esta ciudad que suscribimos la presente manifestación. 

“Esta es la mujer grande cuyas glorias perderían mucho si tratáramos de encomiarlas, cuando desnudas de todo adorno que no sean de su propio mérito, arrebatan por sí, la admiración de cuantos las contemplan.

“Nosotros señor, hemos sido testigos de una parte, aunque corta de sus padecimientos, aunque no por eso menos heroicas, que la serie de acciones de que se compone el tejido de su vida política:

“Esta ciudad la contempló en estado de prisionera, sin que la abyección de semejante estado diera alguna señal de abatimiento, ni flaqueza de ánimo. Y antes bien, afrontarla vimos que sin salir de estas duras condiciones se hacía respetar aún de sus propios enemigos. Esta ciudad que ha sido el teatro de sus más admirables sufrimientos por la Independencia nacional; parece señor, que también debe serlo en la retribución de honor que es acreedora por ellos”.

Este es un fragmento de un Memorándum enviado al Congreso del estado en 1830, firmado exclusivamente por mujeres, 

Este documento debe ser dado a conocer a nivel nacional, deben leerlo todas las mujeres del estado y del país, porque es un testimonio de lucha en que una mujer entrega su fortuna y su vida, al servicio de la patria. y aún se le deben muchos homenajes de este tipo.

Analicemos un dato curioso, el 5 de noviembre de 1827, el Congreso del Estado de Coahuila y Texas emitía un decreto que elevaba a la villa de Saltillo al rango de ciudad y le otorgaba un nuevo nombre: Ciudad de Leona Vicario, pese a no tener relación o presencia alguna en este territorio.

Volvemos a Toluca, donde aún existe gente emparentada con la Madre de la Patria, y se mantiene ese nobilísimo linaje, por ello y por muchísimas razones más, Gabriel Ezeta Moll buscó todos los elementos para replantear ante el Congreso Mexiquense la misma petición realizada por mujeres toluqueñas; convencidas de que esta ciudad debe nombrarse “Toluca de Leona Vicario”.

gildamh@hotmail.com

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