Maestros de obras sufren por crisis económica en Tenancingo
La crisis económica en México afecta a los más vulnerables, tal es el caso de albañiles y maestros de obras quienes aseguran, tienen que emplearse en un trabajo alterno para llevar el sustento a sus hogares, y es que con un solo sueldo de alrededor de mil 500 o 2 mil pesos a la semana cuando bien les va, no les alcanza.
El trabajo de la albañilería es uno de los más pesados, muy pocos tienen la suerte de que les den alguna prestación, sin embargo, la faena está muy mal pagada; para este gremio, desde hace tres años el impacto económico ha ido aumentando su vulnerabilidad con las pocas posibilidades de hacerle frente a la alza de precios.
En entrevista a trabajadores de la construcción, la mayoría coincidió en que el trabajo y los salarios no son acordes al esfuerzo físico, pero sobre todo ya no les es suficiente para subsistir.
Gerardo Guadarrama Escobar, oriundo de la comunidad de Tepoxtepec en el municipio de Tenancingo y dedicado a la mampostería desde hace más de quince años, dijo estar seriamente preocupado por la situación económica por la que atraviesa ya que al tener dos hijos y con el inicio del nuevo ciclo escolar se le vienen los gastos “más duros”, como él dice.
Tiene que comprar útiles, uniformes, zapatos y lo que se vaya saliendo al paso de los días, y todo lo tiene que cubrir con el ingreso de un salario mínimo.
“Con los sueldos sí andamos muy bajos, bueno, a mí no me ha faltado el trabajo gracias a Dios desde que inicié como albañil, pero estos últimos tres años todo el tiempo tengo que trabajar, porque si descanso ya no me alcanza para nada.
En mis ratos libres tengo que emplearme como peón en labores de campo o hago otras “chambitas”. La situación se torna más difícil, especialmente cuando tenemos que decidir si compramos el gas que cuesta ya casi quinientos pesos o compramos alimentos”, externó el trabajador del pico y la pala.
Aclaró que no sólo este sector se encuentra en condiciones de pobreza, ya que este problema a nivel nacional por la alta inflación que afecta los ingresos de los hogares mexicanos, a tal grado que el ahorro se torna “casi imposible”.
De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política del Desarrollo Social (Coneval), el cambio porcentual anual de la línea de pobreza por ingresos en febrero de 2022 fue de 9.7 por ciento en el ámbito rural y 8.4 por ciento en el urbano. Estos incrementos en las líneas de pobreza por ingresos en ambos ámbitos, fueron superiores a la inflación general anual (7.3 por ciento).