Piñatas Coreano, tres generaciones que transforman el arte piñatero en Acolman

Arte piñatero en Acolman. Foto: Miriam Vidal

Piñatas Coreano, tres generaciones que transforman el arte piñatero en Acolman

Arte piñatero en Acolman está en constante renovación.

Miriam Vidal
Noviembre 23, 2025

En Acolman, la cuna de la piñata en México, el taller Piñatas Coreano se ha convertido en un símbolo de innovación.

Sus nuevas creaciones, el burro sentado, los ajolotes y las estrellas de cinco picos fosforescentes que brillan en la oscuridad, marcarán este 2025 una tendencia que ha puesto a la familia Hinojosa Galindo en la mira de artesanos, compradores y visitantes.

Con 23 años de trayectoria, tres generaciones y un estilo propio, esta cooperativa familiar continúa transformando el oficio piñatero en el Estado de México.

Tres generaciones que transforman el arte piñatero

La historia se remonta al despido de Justino Hinojosa, hace más de dos décadas, un golpe que obligó a la familia a reinventarse.

Patricia Galicia, su esposa, vio en la elaboración de piñatas la posibilidad de salir adelante.

Con sus hijos adolescentes: Rosalía, Sandra y Edgar, pidió apoyo a su entonces yerno, Josué, quien dominaba técnicas tradicionales provenientes de comunidades indígenas de San Luis Potosí.

Tras mucha insistencia, él accedió a enseñar, y con una sola clase Patricia dominó el proceso más complejo de elaboración, iniciando así una nueva etapa para la familia.

Lo que comenzó en tres cuartos de adobe, hoy convertidos en un taller ubicado en la colonia de San Miguel Xometla, se fortaleció con ventas tempranas en San Juan Teotihuacán, Texcoco, Otumba y otras regiones.

Feria de la Piñata en Acolman

Fue en 2003 cuando debutaron en la Feria de la Piñata, un antes y después para la familia, que desde entonces participa cada año con nuevos diseños.

El camino no estuvo libre de tropiezos, pues han padecido accidentes en carretera, pérdidas económicas y jornadas de apenas dos horas de sueño.

La familia ha resistido y su piñata más emblemática, el burrito, se convirtió en símbolo de prosperidad; con ella construyeron su casa, sostuvieron los estudios en enfermería de Edgar y apoyaron la formación de Rosalía como pedagoga.

En 2009, Rosalía ingresó a cursos de piñata tradicional, lo que abrió nuevas posibilidades de diseño y reafirmó su compromiso con las técnicas locales.

De esa mezcla entre tradición y creatividad surgieron nuevos modelos que hoy distinguen al taller, como las piñatas decoradas con el “Ojo de Dios”, inspirado en el arte huichol, y más recientemente las fosforescentes, que se han convertido en uno de sus sellos más llamativos.

La familia también ha enfrentado momentos críticos, como el accidente de Brandon Hinojosa, tercera generación piñatera, quien en el año 2020 pasaba por 11 cirugías y la pandemia golpeaba al país.

Aun así, el taller se sostuvo con ventas mínimas pero constantes. “La tragedia no derrumbó la piñata, pero sí puso a prueba a la familia”, recordó la familia durante una visita a su taller.

Piñateros sigue innovando

Hoy, con programas como Jóvenes Construyendo el Futuro, un creciente reconocimiento social y una comunidad de artesanos que ve en ellos inspiración, Piñatas Coreano sigue innovando.

La reciente declaratoria de las piñatas acolmenses como Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado de México, impulsada por el diputado Oswaldo Cortés, y la instauración del 16 de diciembre como Día de la Piñata Acolmense, refuerzan el valor de su trabajo y del oficio que defienden.

Acolman se prepara además para la 40ª Feria de la Piñata, del 4 al 7 de diciembre, donde más de 130 artesanos mostrarán su talento.

Para la familia Hinojosa, esta edición es especial, pues llegarán con sus ajolotes, burros sentados y figuras fosforescentes, modelos que hoy representan la evolución de una tradición que, para ellos, es vida.

Sigue nuestro CANAL  ¡La Jornada Estado de México está en WhatsApp! Únete y recibe la información más relevante del día en tu dispositivo móvil. 

TAR

UAEM2