Precampañas y guerra social
Sin Titubeos
Denostar al enemigo para debilitarlo, mostrarlo ineficaz o corrupto, es el fin primordial de la guerra sucia que se ha convertido en algo inherente y “normal” en todas las campañas políticas. Todos los partidos las usan, al grado que se ha convertido en un elemento tan necesario que algunas personas se han especializado y dedican todos sus afanes para estudiar el cómo, el porqué y encontrar los resquicios por dónde golpear al contrario.
Las campañas negativas son moneda corriente en todos los procesos electorales y el que vivimos los mexiquenses no es la excepción. Vemos declaraciones y acciones que atacan ahora a una de las candidatas y mañana a la otra, incluyendo a los partidos que las apoyan. Las redes sociales se han convertido en la caja de resonancia más efectiva para estos menesteres.
El ambiente político está tan polarizado que cualquier declaración o dato se convierte en arma contra los oponentes y eso porque la ciudadanía mexicana ya conoce bien los alcances de este condimento político. Es grave cuando se ataca a la familia o cuando se usa para degradar la imagen pública de los implicados, pero aun así los especialistas no dudan en aplicar sus conocimientos en esos temas.
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Todos los días vemos una infinita cantidad de mensajes en Twitter a favor del presidente Andrés Manuel López Obrador, por ejemplo, pero también hay cientos de mensajes para denostarlo, criticarlo y agredirlo verbalmente; y todo esto se puede hacer libremente porque las redes sociales no están reguladas.
La semana pasada, un medio electrónico dio a conocer los resultados de una revisión de la Auditoría Superior de la Federación a la Cuenta Pública de la Secretaría de Educación Pública de 2021, que arrojó observaciones por más de 830 millones de pesos, algo que es natural, podríamos decir, en una dependencia de ese tamaño. Se atienden las observaciones y no pasa nada. Mientras no dejen de atenderse las observaciones.
Y de momento no sucedió nada, pero a principios de esta semana se armó un revuelo en redes sociales donde atacaron duramente a Delfina Gómez Álvarez, titular de la SEP en 2021. El escándalo subió tanto de tono, que Mario Delgado Carrillo, el presidente nacional del Morena, tuvo que convocar a conferencia de prensa para aclarar ese tema y decir que golpean a su abanderada mexiquense porque saben que va arriba en las preferencias.
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El propio presidente Andrés Manuel López Obrador usó la conferencia matutina para señalar que las observaciones detectadas por la ASF no significan un acto de corrupción, porque se trata de una cuestión de carácter técnico-administrativa. Dijo que el tema fue usado por sus contrincantes para afectar a la precandidata de Morena y pidió a los mexiquenses que no se dejen engañar con este tipo de mensajes.
Los diputados de Morena Daniel Sibaja y Faustino de la Cruz se engancharon con el tema y contraatacaron, señalando que son connotados militantes del PRI o sus familiares que han ocupado cargos de elección popular, y ahora son rectores de universidades que dependen del gobierno estatal, los que ejercieron esos recursos observados por la ASF.
Tan grave es que algunos vivales se hayan colgado de la información de la Auditoría Superior de la Federación, como el ataque ligero, sin bases, ni sustentos de los morenistas, pero ya ven, estamos a días de terminar la precampaña, faltan dos meses para que arranque la campaña por la gubernatura y la guerra sucia está presente en la contienda… y lo que falta.
SPM