Repostería, oficio que da un sabor especial a Sultepec
En el municipio de Sultepec, al sur del Estado de México, han hecho de la repostería parte de su identidad a lo largo de un siglo, pues sus galletas elaboradas de manera artesanal forman parte de los acervos culinarios de dicha demarcación en la actualidad.
El señor Raymundo Arellano es uno de los artesanos que mantiene esta tradición, que ha visto pasar a más de cinco generaciones, según señaló y que genera orgullo para sus productores.
“Esta tradición comenzó desde mis bisabuelos, nuestra familia fue de mucho renombre en la elaboración de galletas, que fuimos aprendiendo conforme fueron pasando los años hasta ahora que se hacen varios tipos de galletas, aunque sí, quizá la más famosa sea la fruta de horno”, dijo el productor.
Sin embargo, señaló que además de la gallega ya mencionada, la cual pareciera una pequeña olla de harina donde vierten algún tipo de mermelada natural, también hay otros manjares reposteros tradicionales del municipio.
“También se hacían mucho los “Mamones”, una especie de panqué que casi no lleva harina se hace a base de huevo y eso hace que sean muy esponjosos y suaves, lo que acompañado con su preparación le da un sabor especial, que en nuestro caso, también cuidamos mucho la selección de la materia prima que utilizamos y creemos que eso ha sido parte del por qué hemos durado tantos años en el gusto de la gente”, dijo el repostero.
Repostería, oficio que da sabor a Sultepec
Señaló que la fabricación de sus productos fue en parte la razón por la que comenzaron a tener un sabor característico y que llamó la atención al ser completamente artesanales, pues, aunque en la actualidad muchos fabricantes se ayudan de diferentes máquinas, hace años era más común que el único gran poyo que tenían los productores era un horno de leña.
TE SUGERIMOS: Artesana mantiene viva tradición popular del Día de la Santa Cruz en Capultitlán
“Hay muchas formas de preparar, pero anteriormente se ponía una persona a trabajar los elementos de lo que se iba a preparar en una tina, o que también le dicen batea, ahí la hacían con la misma harina y a batir con la pura mano, y ya que estaba bien batida se revolvía con la manteca y se ponía uno a amasar para meterlo a un horno de leña”, explicó el señor Arellano.
Raymundo Arellano es uno de los artesanos que mantiene esta tradición
Finalmente resaltó que otra de las características de su repostería es que utilizan manteca, específicamente de cerdo, además de utilizar el piloncillo como endulzante, pues con el calor este se convierte en miel, y se agregan los sabores tradicionales que son Anís, Canela y Vainilla.
Reiteró la importancia de mantener las tradiciones vigentes en todas las comunidades, aun cuando emigres; pues esta familia llegó al Valle de Toluca desde donde han buscado maximizar su oficio.
SPM